Ingenieria
En Argentina, los hinchas más radicales se han hecho con el negocio y mandan en el estadio y en los clubes. En «la Doce», la grada de Boca, el jefe, Di Zeo, que ha vuelto de lacárcel, está enfrentado al otro líder, Mauro Martín.
LA POPULAR es la zona donde se sitúan los hinchas de «la Doce», los dueños de las gradas de Boca - Foto: Efe
2 Junio 12 - Buenos Aires - ÁngelSastre
La Bombonera tiembla, los tambores resuenan, en el aire se siente el olor a chorizo a la parrilla. El humo de las bengalas oculta el sol mientras que los componentes del equipo salen al campo.Los jugadores «xeneizes» cumplen con un ritual sagrado: tocan el césped del estadio, se santiguan y después saludan a la popular (grada norte).
La escena parece sacada del circo romano con losgladiadores saludando a su César. Es una señal de respeto pero también de pleitesía hacia la 12, la barrabrava del Club Atlético Boca Juniors.
Ahora las cosas van bien pero los jugadores, algunos delos cuales destinan una parte de su sueldo a financiar la barra, saben que si los resultados fallan la caja no será la misma. Es entonces cuando serán visitados en los vestuarios e incluso correrán elriesgo de ser agredidos por estos matones futboleros.
Agresiones que no pocas veces terminan en muertes, extorsiones y amenazas de las más variadas a futbolistas y a dirigentes, y autoridadespolíticas que hacen la vista gorda: las tres caras de un esquema nefasto y largamente conocido que muy pocos parecen convencidos de enfrentar.
Los barrabravas van sin freno, desbocados. La ONG Salvemosal Fútbol ha contabilizado, por primera vez, todas las víctimas mortales de la violencia que genera la hinchada del balompié en Argentina. Los datos indican que ya se ha cobrado 266 vidas, hasta la deun niño de 9 años.
En lo que va de 2012, los hinchas violentos se han cargado a ocho aficionados, es decir a 1,6 personas por mes –si se puede contar así–. El último ha sido Daniel Sosa, de 21...
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