Ingeniero De Sistemas
Derivada de una pésima política de baldíos, durante el siglo XIX, la situación de la tierra hacia los años treinta del siglo XX, había agudizado los conflictos entre campesinos pobres, peones e indígenas y terratenientes. Existían fuertes enfrentamientos en los departamentos del Tolima y Cundinamarca, generalizados al resto del país en las décadas siguientes, como diferentesviolencias. Los campesinos abrían las luchas por las reivindicaciones como el alza de salarios, el derecho de los colonos por sembrar café en la parcela que ocupaba y de los indígenas, encabezados por Quintín Lame, para conservar los resguardos. Los terratenientes se oponían a la pérdida de la sujeción y de la escasa mano de obra por el impacto del capitalismo, en una sociedad agraria en la quesurgían organizaciones sindicales. Como evento, tendiente a disminuir el conflicto, emerge la ley 200 de tierras en la primera administración López Pumarejo que incluyó la función social de la propiedad en la reforma constitucional del 36. Elaborado el argumento jurídico, se presume de hecho, que quien posee y explota la tierra, es su propietario nacida de la disposición por el usufructo del bien;y, aunque se demuestre lo contrario, de todos modos tiene derecho al reconocimiento del trabajo invertido en las mejoras. De modo que quien realiza sobre un espacio actos positivos de labor y explotación y por ende, actúa como dueño se reputa como tal. Este mecanismo legal, impedía la expulsión de los colonos y campesinos, por parte de los terratenientes con escrituras fraudulentamente obtenidas,además, abría la posibilidad del retorno de los baldíos a poder del Estado, si no eran explotados en un término de diez años. La extinción de domino retornaba el bien a la calidad de baldío, adquirible cinco años de ocupación de buena fe. En realidad, el ambiente jurídico prodigaba las herramientas para la industrialización del campo y la modernización del país. Se requería sepultar el latifundiode raigambre colonial y las practicas de sujeción sobre la mano de obra. Sin embargo, el problema tierra sigue vigente. Las reformas no estaban dirigidas a una redistribución de ella por la vía estatal y a su democratización. Todo lo contrario, se consolidaron las extensiones de producción intensiva para abastecer la industria y desarrollar las exportaciones. El litigio continuó sobre las tierrascultivadas: a los aparceros arrendatarios no se les prorrogó el contrato para evitar cualquier reclamo posterior; a los campesinos y colonos se les desconocieron los mínimos derechos, violentándolos con el artificio partidista de liberales y conservadores. Esto propició un éxodo de campesinos pobres a los poblados. La hacienda fue convertida en extensas ganaderías y emergió el trabajador asalariadoque engrosaría los cinturones de miseria urbana.
De hecho, la reacción de los terratenientes no se hizo esperar. Se organizaron los ataques al gobierno y a los campesinos por la vía bipartidista, puesto que los propietarios de tierras, pertenecían a los dos partidos. En efecto, el extenso período violento y de desconocimiento de cualquier derecho, probablemente se inició con la masacre de lasbananeras, seguido del asesinato del líder liberal popular Jorge Eliécer Gaitán que “oficiaría” el desalojo y persecución forzada a colonos, campesinos y trabajadores, desde los años treinta, en una “guerra” fratricida bipartidista. La Violencia, para algunos una guerra civil no declarada, no fue más que la flagrante violación de los derechos humanos. Caciques y gamonales dispusieron de bandasliberales y conservadoras para el macabro papel del exterminio masivo del contrario, con la anuencia del Estado hegemónico y autoritario. Evento histórico al que se le pondría punto final con el Frente Nacional.
Sin embargo, la crisis no se resolvería y para enfrentarla, el Estado recurre a la figura casi perenne, del estado de sitio como una excepción al estado de derecho, consagrado en el artículo...
Regístrate para leer el documento completo.