Ingeniero, MC
Por Pedro Fernández Alejo, trinitario, delegado Pastoral Penitenciaria de Sevilla
1. MONICIÓN DE ENTRADA
Bienvenidos hermanos a la Eucaristía. Hoy Jesús de Nazaret nos va enseñar que el amor a los hermanos, la piedad por los enfermos y por los que sufren, está por encima de cualquier ley y de cualquierprecepto. Jesús se saltará la ley judía, tocará con cariño al leproso y le curará dedicándole una sonrisa. Pero, a su vez, el leproso tampoco respetará el precepto sobre la lepra acercándose al grupo –lo que tenía prohibido—y ruega a Jesús que le cure. Y, sin duda, esta escena del evangelio de Marcos resume la gran enseñanza de este domingo: el amor es más importante que la ley.
La situación dela realidad de nuestras cárceles, su ubicación, las personas que las habitamos, siguen siendo un reflejo de la ley de Moisés contra los leprosos; da la impresión de que nosotros los presos somos los leprosos de la sociedad de hoy, pues la sociedad nos considera impuros y nos arroja fuera de las ciudades, encerrados en “cementerios de hombres vivos”, que son las prisiones, para que no contagiemosa los puros y buenos de la sociedad. Pero, Jesús sí se sigue acercando a nosotros para curarnos, para ayudarnos en el camino de la libertad y de la pureza legal.
Por eso, a pesar de los cansancios, y días largos que atravesamos en la prisión, Jesús está presente en medio de nosotros y nos invita a seguir adelante hasta llegar a nuestra libertad plena, una libertad que tiene que nacer en nuestrocorazón, no sólo en los papeles del juzgado.
Hoy, además, la Iglesia celebra la Campaña contra el hambre de Manos unidas bajo el lema “la salud, derecho de todos: ¡Actúa!”. ¿Qué cómo podemos ayudar a los que pasan hambre en el mundo? No es necesario ser muy imaginativos: con las toneladas de comida que se tira diariamente a la basura en las cáceles de España, se daría de comer a más cien milpersonas que están en los campos de refugiados de cualquier parte del mundo durante una semana. Pensemos y que cada uno saque sus consecuencias.
2. PETICIÓN DEL PERDÓN
- Por nuestros miedos, por nuestra tendencia a buscar lo fácil y lo seguro. Señor, ten piedad.
- Por nuestros pecados individuales y colectivos, por nuestros corazones y nuestras estructuras opresoras. Cristo, ten piedad.
- Por los errores cometidos que nos han traído a la prisión; por nuestros desprecios y ofensas hacia los más débiles. Señor, ten piedad.
3. ORACIÓN DEL SACERDOTE
Oh Dios de misericordia y compasión:
Los auto-satisfechos rechazaron a tu Hijo; los pecadores y los marginados le aclamaron y, con lágrimas y alegría, le reconocieron como a su Señor y su Salvador.
Y así pudo él sanarlos.Ayúdanos a hacer lo mismo que hizo tu Hijo.
Envíanos en busca de los hermanos débiles para que recuperen su autoestima, su esperanza y su coraje indestructible para poder llegar a ser de nuevo plenamente humanos
como hermanas y hermanos nuestros.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor
.
4. PALABRA DE DIOS
PRIMERA LECTURA
Comentario
El libro del Levítico nos muestra la terribleordenación jurídica y religiosa sobre los leprosos. Era la enfermedad más contagiosa conocida hasta entonces y la Ley ponía inhumanos medios para evitar su propagación. La venida de Cristo cambiará radicalmente esa Ley tan dura y excluyente.
LECTURA DEL LIBRO DEL LEVÍTICO 13, 1-2.44-46
El Señor dijo a Moisés y Aarón:
Cuando alguno tenga una inflamación, una erupción o una mancha en la piel y se leproduzca la lepra, será llevado al sacerdote de Aarón o cualquiera de sus hijos sacerdotes. Se trata de un hombre con lepra, y es impuro. El sacerdote lo declarará impuro de lepra en la cabeza. El que haya sido declarado enfermo de lepra, andará harapiento y despeinado, con la barba rapada y gritando: "¡Impuro, impuro!" Mientras le dure la lepra, seguirá impuro: vivirá solo y tendrá su morada...
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