Ingeniero

Carta de futuro profesor a sus alumnos

Muchas veces, en mi condición de alumno, ante la presentación de un nuevo docente para dictar una cátedra, me he preguntado:
¿Con qué intenciones ésteindividuo, al que debo entregarle mi atención y horas de mi vida, se hace cargo del ejercicio de la docencia?, ¿lo hará por el sueldo?, ¿lo hará por vocación de servicio?, ¿querrá descargar en otros susfrustraciones?.
¿Tendrá inquietudes sociales, considerándose integrante de una sociedad inclusiva, a la que pueda aportar su esfuerzo en pos de una mejora común para todos los individuos?, ó
¿tendráincorporadas actitudes discriminatorias consecuentes con “la teoría de la supervivencia del más apto” y las metodologías del “sálvese quién pueda”?
¿Soñará alguna utopía?, ¿Cuál será su escala devalores?, ¿y sus principios?, ¿y su ideología?...
¿Será responsable e idóneo?, ¿será funcional al orden impuesto desde el poder, ó será cuestionador y crítico desde posiciones intelectualmentehonestas?, etc., etc.

Son muchas preguntas, que no se presentan, como en éstas líneas en forma secuencial y explícita, sino como una sensación automática de expectativa é incertidumbre que he tratadode resolver, en cada palabra, cada frase ó cada actitud asumida por “el desconocido/a” objeto del análisis.
Conciente de mi falta de originalidad, creo que ésta situación es común para todos losque están en el aula de un lado y del otro del “escritorio”.
En consecuencia, a estas líneas les doy el sentido de “carta de presentación”, ó “declaración de principios” para exponerlas demanera escrita, como en éste caso, ú oral en la situación de estar frente a la observación inquisidora de los destinatarios de mi actividad docente:
Mi aspiración máxima es agregar algún elementopositivo y perdurable, al patrimonio cultural (intelectual y social) de mis alumnos en su conjunto y de cada uno en particular, según sus singularidades.
Transmitir los conocimientos requeridos,...