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La hipótesis del libro “La noticia deseada”, del periodista y filósofo argentino Miguel Wiñazki, es la siguiente: “El montaje de la noticia no es un proceso gestado solo por los medios que laemiten, sino también por las audiencias que la desean”. Recordé esta teoría cuando leí en uno de los diarios de mayor circulación del país, la noticia de que una “mafia” estaría detrás de la trágicadesaparición del grupo Néctar en Argentina.

La historia comenzó cuando noté que la portada de este bien ponderado medio habló de mafia tres días después de ocurrido el accidente, cuando el complot habíasido descartado por las autoridades argentinas; casi caigo del sillón de mi oficina cuando leí que la fuente de este “descubrimiento” no era otra que la cantante argentina María Martha Serra Lima,artista olvidada en su país, pero resucitada para una noticia de tapa por su presencia en el Perú para un concierto; me jalé los cabellos cuando busqué la nota en el interior del periódico y ésta no meofrecía datos relevantes que descartasen las versión oficial de la Policía Federal Argentina; y me dio vergüenza ajena cuando les comenté esto a mis alumnos de la universidad y les pedí luego que vayana la calle y preguntasen sobre Néctar. La mayoría de los encuestados no sabían lo que ocurrió realmente, tampoco conocían a los integrantes del grupo de cumbia y menos sus canciones, pero creían quela teoría de la mafia era cierta. Fue así como recordé a Wiñazki.

Bien podemos aplicar la teoría de la noticia deseada a este caso. No fue sólo un diario, fueron varios los medios que rumiaron elsentir popular y concluyeron que éste pedía a gritos que haya sido una mafia de promotores de bailantas los que mandaron matar a estos 13 músicos peruanos. Así, suponer la existencia de una mafiaasesina detrás del grupo Néctar no es una noticia, es un deseo de noticia, algo que muchos –incluso aquellos que no conocieron al grupo– desean imaginarse por encima de la información veraz y el dato...