Ingeniero
en José María Heredia
0. Suele afirmarse, en general, que los movimientos literarios españoles
preceden cronológicamente a los hispanoamericanos. Al contrario, por lo que
a Heredia (1803-1839) se refiere, cierta crítica ha reconocido una primacía
del poeta cubano con respecto al romanticismo español1, destacando los
tópicos consagrados, temáticos yespirituales, que lo pueden colocar dentro
de la estética romántica: la nostalgia y el amor a la libertad (casi toda su obra
la escribe en el destierro), el profundo panteísmo, la meditación sobre las
ruinas, el tema de la fugacidad, el espíritu rebelde, la simpatía por lo salvaje,
etc. etc. No quiero, y no puedo, aquí actualizar la vieja e inmarcescible
discusión sobre dicha primacía. Sabemos todosque Heredia ha sido
estudiado desde muy diferentes puntos de vista: como poeta neoclásico,
como precursor del romanticismo, e incluso como el primer escritor
romántico de lengua española.
Sin embargo quizás el aspecto más peculiar de la adhesión de Heredia al
Romanticismo, en el cual hasta ahora no parece haberse parado
suficientemente la crítica, se advierta (directa o indirectamente) enel
asomarse insistente de una macro-imagen, la de la luz, alrededor de la cual se
organiza una constelación articulada de significados, en combinación con
una multiplicidad de sinónimos y antónimos que se distribuyen en un amplio
espectro dilatándose, a su vez, desde una tendencia estrictamente denotativorealística, hasta descomponerse en alegorías complejas de sentidos plúrimos.
En efecto, eltratamiento de la luz por parte de Heredia, tanto en el nivel
puramente fenoménico, como en el de superación del puro fenómeno físico,
podría resultar, a mi juicio, un instrumento de codificación más de la infinita
semanticidad de su poética.
1.Una de las mas límpidas y ejemplares formulaciones de exaltación de la
luz, precoz y determinada (el poeta tiene quince años), aparece en Ladesconfianza (de 1818): al igual de un epígrafe a toda su producción linca,
Heredia parece querer fundamentar, de manera casi programática, los
estatutos de su propia operación de escritura y de su percepción de lo real (en
cuanto percepción física y psíquica).
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El poema se abre con estas palabras:
Mira, mi bien, cuán mustia y desecada
Del sol al resplandor está la rosa Que
en tu seno tanfresca y olorosa Pusiera
ayer mi mano enamorada.2
Los versos revelan, en la magistral colocación del hipérbaton, que pone
en evidencia una imagen plenamente solar, un original elogio de lo efímero,
cuyo estatuto resulta atípico con respecto a lo general de las naturalezas
muertas: una extremada búsqueda de iluminación natural, que prefigura todo
su itinerario lumínico, recorre un espaciointerior en que la luz es instrumento
determinado a bloquear y fijar tiempo y memoria, y a ensanchar de
significado el evento concreto y presente, con el fin de grabarle el sello de la
belleza y de la poesía, sustrayéndolo, por lo tanto, a la negativa contingencia.
2. Pero no trataré aquí de subrayar cómo el tema de la luz puede
conectarse con la vista interior -la vista "otra" del poeta-, esdecir como
iluminación y visión, y analizar por lo tanto su funcionalidad diegética, lo cual
me parece evidente en la poesía3 de Heredia, cuanto de verificar, aunque de paso
y sólo sugiriendo una hipótesis de lectura, su estructura a nivel formal y su
funcionamiento como estrategia estilística.
Me limitaré aquí tan sólo a esbozar un conjunto de notas heterogéneas
que habrá que completar,profundizar y sistematizar.
3. La luz, por su amplitud, su versatilidad, y su movilidad sustancial y
formal suele encontrar las condiciones privilegiadas para alcanzar, gracias a
los juegos de la analogía, extraordinarios espacios de signifi cación,
ofreciendo las coordenadas idóneas y eficaces para capturar y expresar lo
invisible e inaprensible del amor, de la esperanza y del de seo, de la...
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