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1.- Un 75% de las mujeres que abortan no lo hacen por decisión libre, sino acosadas por grandes dificultades frente a las que no ven otra salida. Sólo es libre quien tiene alternativas para optar. Y muchas mujeres se ven obligadas por presiones insoportables de sus parejas, de sus familias y de su trabajo.
Mientras, loscolectivos feministas y pro abortistas integristas no sólo se oponen a que se ofrezca información y apoyo integral a las mujeres embarazadas, para que puedan tener a sus hijos y criarlos si quieren, sino que luchan encarnizadamente para que aborten sin posibilidad de elección. Quieren que las mujeres aborten, no que solucionen sus problemas. Quieren que el aborto no sea libre sino obligatorio.
3.No es feminista.
La activista gay Beatriz Gimeno afirma que «en el fondo del debate sobre el aborto late el miedo milenario a que las mujeres controlen sus cuerpos y su sexualidad sin permiso de los hombres» Ésta es una de las falacias más tópicas y recurrentes. Sin embargo, lo que subyace en el aborto es un machismo despiadado, ejercido también por las (y los) feministas radicales.
ParaConrado Giménez, presidente de Fundación Madrina, «El problema es el acoso que sufre la mujer por el hecho de ser madre, el mobbing maternal, en tres entornos: personal-familiar, social y laboral. El 68% de las mujeres que atendemos sufren violencia de género (...) El 60% de las mujeres maltratadas manifiestan que han abortado al menos una vez.» Además, 9 de cada 10 embarazadas sufren acoso en eltrabajo y el 25% son despedidas.
Y claro, eso a las feministas de pro no les preocupa. Porque la Gimeno y compañía sólo persiguen borrar todo atisbo de su propia naturaleza femenina, y especialmente concebir hijos. Odian hasta tal punto ser ellas las embarazadas en lugar de los hombres, que prefieren matar esa vida (y que todas las mujeres lo hagan) antes que reconocerse diferentes al géneromasculino. Una lógica absurda, injustificada y letal.
5. No es socialista.
Más bien lo contrario, es absolutamente capitalista. Las clínicas abortistas son un negocio millonario amparado por el Estado y los Gobiernos Autonómicos. En muchos casos su único fin es el lucro, que por 3.200 € son capaces de abortar a un no nacido sano de 26 semanas, sin peligro alguno para la madre, comodemuestran infinidad de testimonios (no sólo sobre el ‘doctor' Morín).
Como dice el doctor Jesús Poveda «El camino hacia un abortorio es más conocido y más facilitado que el camino hacia los ginecólogos que defienden y respetan la vida». Por algo será. El propio Poveda recuerda cómo «uno de los que trabajan en un abortorio de estos me dijo en cierta ocasión: ‘Poveda, a veces me llama la atención lo quesoy capaz de hacer por dinero'».
6. No es salud.
Ni sexual ni reproductiva, ni física ni psicológica, ni operatoria ni postoperatoria.Los centros de aborto no informan a la mujer sobre los detalles de este tipo de intervención, las consecuencias físicas y psicológicas que tiene. Secuelas y efectos que van desde su muerte, perforaciones uterinas, pérdidas y prematuridad del siguiente hijo,alteraciones del deseo sexual, esterilidad y graves alteraciones psiquiátricas.
El síndrome pos-aborto es una traumática y dolorosa realidad que siempre se ha tratado de ocultar, y de la que ahora Esperanza Puente, portavoz de REDMADRE, desvela decenas de testimonios en su libro "Rompiendo el silencio" (Libros Libres). Un argumento demoledor e irrebatible.
8. No es política social.
Nacidas comocontrapeso a las injusticias sociales y laborales de la Revolución Industrial, hoy el objetivo de las políticas sociales es la búsqueda del bienestar y la mejoría de las condiciones materiales de vida de la población.
El espíritu es el mismo: amparar y proteger a los más desfavorecidos, con especial dedicación a los eslabones más débiles de la sociedad, esto es, los pobres, los inmigrantes, los...
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