ingeniero
Cuando se vive en una sociedad, que ilusoriamente nos hace creer que fundamenta sus acciones en la ley, en una ley injusta, se hace necesario emprender la lucha social, porque una ley injusta, evidencia la explotación y la marginación social. Explotación que tiene muchos rostros; el primero, es la miseria económica y espiritual reinante; el segundo, es la extensiónde la jornada laboral y la intensidad con que trabajamos una misma jornada; el tercero, son los horarios con los cuales las mínimas funciones biológicas son negadas. En este caso, se hace necesario y obligatorio buscar los medios para construir la justicia laboral y social que le corresponde.
Para poder llegar a pensar que es posible vivir en una sociedad justa y libre de explotación laboral,tenemos que sacudir nuestra propia mentalidad mendicante y sumisa. Para ello, estamos obligados a cambiar la idea del patrón y del jefe, del doctor y del superior. Porque estas ideas nos llevan a la aceptación sumisa de la condición de explotados. No debemos seguir haciendo parte de la corte de los menesterosos del patrón, del politiquero, del jefe, ni del doctor, esperando que tire susdesperdicios. Lo más horrible de un mundo marginado, para el individuo humano, es que pierde su propia decencia, prostituyéndose por la falta de su propia dignidad.
Vivimos una época de extremismo, ejercida como absolutismo militar, laboral, económico, político y social por las clases en el poder. Pero somos los trabajadores quienes sufrimos esta brutalidad, en sentido inverso, ellos para disfrutar dela vida, nosotros para padecerla. Nunca como hoy, los trabajadores hemos agachado la cabeza ante los así llamados patrones; nunca como hoy, la clase trabajadora, campesina, indígena y negra, hemos perdido nuestra vergüenza doblegados a las directrices del doctor; nunca como hoy, ellos hacen con el trabajador lo que quieren. Es hora de levantar las rodillas del piso.
Quienes están en el poder,han construido una jerarquía social, que comienza con el propietario, quien se esconde detrás de los gerentes, los jefes de personal, los coordinadores de grupo; y todos al unísono, atropellan y abusan del trabajador con su pequeño poder, aprovechando y arrollando al trabajador, incluso de una manera ilegal. Y este abuso lo justifica el mismo trabajador con su ignorancia, su debilidad, susumisión, su falta de comprensión política, organizativa y jurídica. Ya sería bastante, si actualizáramos nuestra mentalidad a las garantías legales que nos asisten y con cuyo conocimiento podríamos impedir algunos de estos despotismos. Pero nuestro carácter servil no nos deja enfrentarnos legalmente, mucho menos políticamente, siendo prisioneros de una idiosincrasia de indigentes, que cuidadosamente seha encargado de imponer el Estado.
Esta es la principal sin razón que explica el por qué, nunca como hoy, las organizaciones sociales estén en vía de extinción o convertidas en ONG´s prisioneras de la así llamada cooperación internacional, los sindicatos burocratizados o corporativizados, diezmado políticamente, y los trabajadores solos y llenos de miedo, por las amenazas constantes de perder supuesto precario, en lugar de luchar unidos por una mejor condición de vida, un real y profundo cambio de la sociedad, construyendo un mundo a la medida de la honradez ideal que podríamos obtener, que tanto les falta a los así llamados patrones.
No luchamos, pues nos falta decencia y amor propio. Bien se dice que de tanto estar prisioneros, se termina amando las rejas. ¿Qué rumbo tomar haciadelante? Las alternativas parecen ser sólo dos: Seguir siendo parte de la payasada creada por el propietario, cuyos payasos de circo pobre, seguimos siendo nosotros quienes trabajamos para subsistir; o empezar a construir un mundo distinto de acuerdo con el ideal que pensamos para la vida futura de nuestros hijos. Pues la dignificación personal de nuestra existencia es posible, a condición de...
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