ingeniero
Sin duda, una película atractiva, a ratos dramática y a ratos delirante, que contiene tanto momentos de comedia cuando critica de manera demoledora la corrupción funcionarial, los absurdos dela burocracia más inútil o plantea las dificultades de un transexual por afirmar su condición en un país de moral católica, como promueve hondas reflexiones acerca de cuestiones como la crónica desigualdad social en los países iberoamericanos, la ausencia de barreras políticas a los grandes proyectos de los grandes emporios económicos, que incluso se sirven de la fuerza pública contra el pueblopara lograr sus fines especulativos, la utilización del recurso a la violencia, tanto por parte de los pobres para reinvindicar sus derechos como por los poderosos para eliminar la oposición, o el papel que desempeña la prensa, ‘desinformando’ sobre lo que realmente está ocurriendo (‘cameo’ del famoso cantante de ballenatos Carlos Vives como reportero engominado y con gafas de pasta).
Vista desdeEspaña, la película aún genera mayores planteamientos dado el estado del sector de la vivienda. Es casi imposible ver la película sin establecer analogías con la situación española, que quizá se desconoce en Iberoamérica, en cuanto a las dificultades en las que se encuentran quienes buscan vivienda o intentan pagarla. Un país que ha sustituido la envidia por la especulación como deporte nacional,donde los acusados de corrupción urbanística logran tantos minutos de atención mediática como los futbolistas o los famosos de pastiche, donde los partidos tratan de proteger a sus imputados por corrupción volviendo a presentarlos como candidatos a cargos políticos, donde se construyen edificios para complejos turísticos sin licencia y en lugares de valor medioambiental que son consentidos,amparados, impulsados cuando no directamente financiados por autoridades públicas, donde hay zonas enteras de costa sin un metro cuadrado libre de hormigón, donde en provincias enteras puede pasarse directamente de pueblo a pueblo sin dejar de circular entre bloques y urbanizaciones, donde se construyen campos de golf donde no hay una gota de agua, donde un constructor puede levantar cuarenta milviviendas enmedio de ninguna parte sin permiso y exige además que se le dote de los servicios necesarios con un ayuntamiento que corre veloz a concedérselos, en resumidas cuentas, el primer productor de cemento y de hormigón de Europa, donde se construye más que en Gran Bretaña, Francia y Alemania juntos, donde, en ciudades como Zaragoza, de unos 650.000 habitantes, hay en torno a 60.000 pisos vacíos,donde la Administración se llena los bolsillos comerciando con el suelo público, donde los bancos hacen el caldo gordo cobrando comisiones draconianas por financiar bienes de primera necesidad como la vivienda, donde nadie hace nada para que quienes apenas cobran entre 500 y 1000 euros al mes, y que por tanto a la única vivienda a la que pueden acceder es a vivir con sus padres hasta que puedan...
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