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Bienvenido, voy a leer este fragmento de libro, a ver si me gusta.
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Personalmente creo que en el principio de todo hubo una idea. El principio de algo debió ser motivado por algo. Eso que llamamos todo debió iniciar con la idea de quetodo puede ser algo y que ese algo puede ser nombrado así: todo. Para lo cual quizá se tuvo que admitir la existencia de otra idea, una en contraposición a la primera, aunque hablar de ideas contrapuestas parezca algo absurdo. Personalmente no creo en ideas contrapuestas ni en ideas complementarias ni en ideas ordenadas o dirigidas hacia el principio de algo o la motivación que generó ese principiode algo. Solo creo en las ideas, y las ideas no tienen intención, solo la representan como uno pretende. ¿En qué puedo ayudarlo? En todo, pensé, pero no dije nada, porque personalmente prefiero terminar de pensar en una primera cosa para seguir a lo que sigue, aunque lo que siga sea la misma cosa con otra indumentaria. Es que cómo iba yo a responder una pregunta cuando ni siquiera podía ponerorden a mis ideas. Ya sé, es muy fácil, dicen. Personalmente lo sufro mucho. Sé que tengo una idea, pero no sé qué la genera, según yo puede ser cualquier cosa: un aroma, una sonrisa, una mosca, el galope de un caballo… pero al cabo de mucho rato me doy cuenta que la generó algo más antiguo, y voy más atrás como quien va hacia adelante. Sí, sí, es ridículo, pero personalmente es como ir hacia atrásen presente: doy la espalda para tratar de hallar el origen de la idea, pero todo el tiempo pienso en que eso es, de alguna manera, útil para el presente y los segundos que le siguen. Me cuesta mucho trabajo entender cómo es que una idea puede estar sucediendo en tiempo real mientras la memoria trata de ocuparse de aquella cosa que pudo haberla motivado o de aquellas imágenes que tienen algunarelación con la idea actual. No cabe duda, el espíritu es un trabajador incansable. ¿Cuál es su problema? Necesito que me lo cuente si quiere que le ayude. Qué hombre más amable, tiene saliva seca en la comisura de los labios y el cuello de su bata blanca porta varias manchas de sudor, debe ser otro que sufre, seguramente él sí puede poner orden en sus ideas y a pesar de lo que sea que le haga sudartanto, quiere ayudarme. A eso me refiero, ahora quiere ayudarme aunque no sepa con qué, porque yo sé que tengo problemas con las ideas, por eso me trajeron, pero no sé hasta qué punto puede ser considerado un problema. No me gustaría causarle un disgusto a este buen hombre, ni hacerlo rabiar con mis ideas y los problemas que ellas acarrean. Es que sí, lo sé, sé que necesito ayuda. Por eso estoyaquí. Eso último lo dije en voz alta y después me quedé callado. ¿Por qué? ¿Por qué? Acaba de decirme que necesita que le cuente si quiero que me ayude. “Por eso estoy aquí”, dije yo, y me pregunta por qué. No era más lógico que me dijera cuénteme, o en qué puedo ayudarlo. ¿Por qué eligió “¿por qué?”? No cabe duda, necesito encontrar la idea primigenia para poder explicarme mejor, para poder darlesentido a lo que digo porque he confundido al buen y sudoroso hombre. Personalmente quisiera explicarle que no fue mi intención alterar el orden de sus ideas, ni generar una confusión. No entiendo. ¿Se encuentra bien? No, para nada. Por eso estoy aquí, quise repetirle, pero está comennzado a sudar, creo que lo he puesto de mal humor. Personalmente creo que llegó de mal humor, pero quién soy yo...