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POR SERGIO DIMA
Hace 10 días, fue encontrada enterrada en el patio del departamento donde vivía, a 50 metros del Obelisco. Creen que su pareja, un ingeniero argentino ya fallecido, la asesinó y ocultó el cadáver.
IMÁGENES
Lugar. El edificio de Corrientes al 900, donde la pianista brasileña convivía con un ingeniero argentino.
23/04/12Viernes 13 de abril. El albañil había comenzado a trabajar temprano. El día no era necesariamente caluroso y la rutina que tenía planeada no parecía muy complicada. El dueño del departamento le había pedido que ganara espacio en un patio interno, tirando abajo un cantero que había heredado del antiguo propietario.
Los golpes comenzaron a transformar todo en retazos de escombros. Primero cedieronlos contornos duros y enseguida los mazazos se metieron hasta tocar tierra. El albañil aún no lograba darse cuenta de dónde brotaba ese olor un tanto rancio, algo que nunca había sentido, algo que olía mal. Imaginó que era basura. Pero no, era otra cosa.
Todavía fueron necesarios algunos golpes más para que asomara el trapo ennegrecido.
Y otra serie de golpes aún para que quedaran al descubiertoformas que no logró reconocer en principio, pero que lo impactaron. ¿Eran huesos y cabellos? ¿Eran restos humanos? ¿Y el hedor que venía sintiendo? Era olor a muerte.
Agitado, el albañil salió disparado del departamento. La Policía llegó poco después. Los restos estaban envueltos en una sábana y, de a poco, fueron dibujándose como un esqueleto, un rompecabezas humano casi perfecto.
Eran loshuesos de una mujer. Y los peritos comprendieron enseguida que llevaban ya mucho tiempo enterrados allí.
Las preguntas se sucedieron.
Los investigadores estaban muy impresionados: “Vimos muchas cosas en este trabajo, mucho tipo de casos. Pero algo así, nunca. Fue como estar en medio de una novela fantástica”. Los peritos continuaron escarbando, con cautela. La sorpresa aún no había finalizado.Mientras trabajaban con los restos, los investigadores también descubrieron enterrada una cartera.
Y al abrirla, rescataron un documento. Los vecinos, ante la pregunta, recordaron enseguida el nombre de la mujer. La identificación pertenecía a una antigua vecina del edificio, una mujer brasileña que había vivido allí junto a su pareja.
Pero, ¿cuándo había sido la última vez que tuvieron noticias deella? ¿Cuánto tiempo había pasado desde entonces? Los vecinos se dieron cuenta también que, de forma repentina, aquella mujer un día se fue y no volvieron a verla nunca más. De eso, habían pasado ya 15 años.
Los investigadores sumaban interrogantes. La mujer enterrada y la que figuraba en el documento, ¿eran la misma persona? Todo indica que sí.
Y la sospecha más fuerte es que fue asesinada yenterrada en el departamento por quien fuera su pareja, un hombre mucho mayor que ella y que al morir, enfermo, se llevó varios secretos.
La identificación que encontró la Policía estaba a nombre de Teresa Pereira Da Silva, nacida en Santa Catarina, al sur de Brasil, en diciembre de 1956. Había dejado su país – según se cree – a principios de los noventa, siguiendo a Jorge, un ingeniero civil yajubilado que pasaba los 60 años. Teresa se fue a vivir a la casa de Jorge, en el primer piso “J” de un antiguo edificio de estilo art decó en Corrientes al 900, a 50 metros del Obelisco.
La relación había nacido en San Pablo, durante un viaje del ingeniero.
“Alguna vez él contó que estaba en la puerta de un hotel, la vio sentada en un bar de enfrente y se le acercó”, recordó una vecina. Jorge eraseductor, sociable, simpático, coqueto. Le gustaba la conquista.
“Era un bon vivant . Incluso habría tenido alguna amante en el mismo edificio”, dijo una fuente. Teresa era hermosa, delicada, tímida, reservada, de muy pocas palabras. Y no lograba sentirse cómoda hablando español. Así la recuerdan algunos de los vecinos.
Jorge amaba salir a bailar tango, si podía, cada noche.
A veces se lo...
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