Iniciar a la experiencia cristiana
<<Id pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo queos he mandado>> (Mt 28, 19-20)
La reflexión sobre la transmisión de la fe que hemos presentado, junto a los cambios sociales y culturales – que se presentan frente al cristianismo actualcomo un desafío – han dado inicio en la Iglesia a un difundido proceso de reflexión y de revisión de los itinerarios de introducción a la fe y de acceso a los sacramentos. Bautismo, Confirmación yEucaristía no son vistos ya como 3 sacramentos separados, sino etapas de un camino de engendramiento a la vida cristiana adulta, dentro de un proceso orgánico de iniciación a la fe. Muchas comunidadescristianas han comenzado a revisar con atención las propias prácticas bautismales, reconsiderando los modos de participación y empeño de los padres, en el caso del bautismo de los niños, y explicitando elmomento de evangelización, de anuncio claro de la fe.
Como es posible intuir, el campo de la iniciación es verdaderamente un ingrediente esencial del mandato evangelizador. La “nuevaevangelización” tiene mucho qué decir a este respecto: es necesario, en efecto, que la Iglesia continúe en modo fuerte y determinado esos ejercicios de discernimiento actualmente en acto, y al mismo tiempo encuentreenergías para entusiasmar nuevamente a aquellos sujetos y aquellas comunidades que muestren signos de cansancio y de resignación.
Una vez asumido a pleno titulo en la tarea de elaboración de unnuevo proyecto de los itinerarios de introducción a la fe, el primer anuncio debe estar dirigido a los no creyentes, a aquellos que, de hecho, viven en la indiferencia religiosa. Este primer anunciotiene la finalidad de proclamar el Evangelio y la conversión, en general, a quienes todavía no conocen a Jesucristo. La catequesis, distinta del primer anuncio del Evangelio, promueve y hace madurar...
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