Insitucionalidad y bicentenario
Páginas: 11 (2616 palabras)
Publicado: 19 de noviembre de 2014
INSTITUCIONALIDAD Y BICENTENARIO
“SI EL ESTADO NO BUSCARA ELBIEN, SERÍA UN DELINCUENTE A GRAN ESCALA. “
SAN AGUSTÍN (S. VID.C.)
BICENTENARIO
A propósito de la celebración de los 200 años del inicio de la guerra de independencia, es inevitable reflexionar sobre el papel del Estado en la promoción del desarrollo de la sociedad mexicana a lo largo de este tiempo.
El siglo XIXmexicano a decir de los historiadores es la historia de la lucha entre fuerzas conservadoras y liberales –a veces fraticida– por imponer su forma de Estado y de gobierno, y debe agregarse que alrededor de todo ello, es la historia permanente por evitar el naufragio del naciente Estado independiente.
En efecto, la lucha por la sobrevivencia del Estado mexicano será el tópico de buena parte de esesiglo y cuya lógica de fuerzas centrífugas se volverá a manifestar con toda su crudeza en las primeras décadas del siglo XX, con la Revolución Mexicana. Es que hablar de la política inaugurada luego de alcanzar la independencia de la península ibérica, es hablar de los terribles tropiezos que tuvo que sortear la incipiente nación para hacerse cargo de su propio destino.
Innumerablesexperimentos políticos, las permanentes asonadas militares, los “pronunciamientos” –en su gran mayoría motivados por intereses personales–, convertirán la independencia, que en un principio fue un anhelo legítimo de las clases ilustradas, en una empresa política de grandes costos, de grandes sacrificios para la mayoría de sus habitantes. Registros disponibles de aquellas épocas señalan que sólo fuehasta los años de1880 cuando el país volvió a alcanzar los indicadores económicos que se habían tenido antes del “grito de independencia”.
¿Se puede imaginar acaso el grado de penuria, hambre, enfermedades y muerte que tuvo que enfrentar el pueblo durante este lapso de tiempo?
No se trata de revisar la historia y pretender descalificar la guerra de emancipación del imperio peninsular, queretrospectivamente hablando, los movimientos de independencia fueron y eran inevitables en una época de reacomodos geopolíticos en todo el planeta, precedidos de las fuerzas demoledoras como lo fueron la Independencia Norteamericana y la Revolución Francesa, ambas inspiradas en el “Siglo de la Ilustración”, en el “Siglo de las Luces”, que a su vez sentaron las bases intelectuales del Estadonación y del Estado liberal de Derecho.
Lo que pretendemos advertir, es que unos de los más nefastos lastres que se incubaron al término de la guerra de independencia fueron la improvisación y experimentación política, a saber, un desprecio permanente por la aplicación de las leyes de las nuevas instituciones. En un arranque de la joven nación, decidimos romper todo nexo con el pasadomediante la inserción de instituciones ajenas a nuestra tradición de entonces; en un abrir y cerrar de ojos abrazamos el modelo descentralizado, el modelo federalista norteamericano como una forma de dar la espalda a 300 años de instituciones españolas.
Las consecuencias no se hicieron esperar; dificultad e ignorancia para poner en operación las nuevas instituciones, caos, anarquía,indisciplina militar, entre otras marcarán la tonalidad de muchas décadas por venir, con el consecuente deterioro de la figura del Estado, como entidad capaz de garantizar a los ciudadanos el principio decimonónico por excelencia: garantizar la seguridad.
Es que debe recordarse que en el siglo XIX la principal y única función del Estado era precisamente proveer de seguridad a las libertades(económicas) y a la propiedad de sus habitantes. Y para ello resultaba indispensable imponer la soberanía del Estado en todo el territorio, para lo cual a su vez era necesario, contar con los ingredientes de un Estado nación: una burocracia, un ejército nacional y una hacienda nacional que pudiera sufragar con los costos operativos de las instituciones. Difícilmente fue posible encontrar estos tres...
“SI EL ESTADO NO BUSCARA ELBIEN, SERÍA UN DELINCUENTE A GRAN ESCALA. “
SAN AGUSTÍN (S. VID.C.)
BICENTENARIO
A propósito de la celebración de los 200 años del inicio de la guerra de independencia, es inevitable reflexionar sobre el papel del Estado en la promoción del desarrollo de la sociedad mexicana a lo largo de este tiempo.
El siglo XIXmexicano a decir de los historiadores es la historia de la lucha entre fuerzas conservadoras y liberales –a veces fraticida– por imponer su forma de Estado y de gobierno, y debe agregarse que alrededor de todo ello, es la historia permanente por evitar el naufragio del naciente Estado independiente.
En efecto, la lucha por la sobrevivencia del Estado mexicano será el tópico de buena parte de esesiglo y cuya lógica de fuerzas centrífugas se volverá a manifestar con toda su crudeza en las primeras décadas del siglo XX, con la Revolución Mexicana. Es que hablar de la política inaugurada luego de alcanzar la independencia de la península ibérica, es hablar de los terribles tropiezos que tuvo que sortear la incipiente nación para hacerse cargo de su propio destino.
Innumerablesexperimentos políticos, las permanentes asonadas militares, los “pronunciamientos” –en su gran mayoría motivados por intereses personales–, convertirán la independencia, que en un principio fue un anhelo legítimo de las clases ilustradas, en una empresa política de grandes costos, de grandes sacrificios para la mayoría de sus habitantes. Registros disponibles de aquellas épocas señalan que sólo fuehasta los años de1880 cuando el país volvió a alcanzar los indicadores económicos que se habían tenido antes del “grito de independencia”.
¿Se puede imaginar acaso el grado de penuria, hambre, enfermedades y muerte que tuvo que enfrentar el pueblo durante este lapso de tiempo?
No se trata de revisar la historia y pretender descalificar la guerra de emancipación del imperio peninsular, queretrospectivamente hablando, los movimientos de independencia fueron y eran inevitables en una época de reacomodos geopolíticos en todo el planeta, precedidos de las fuerzas demoledoras como lo fueron la Independencia Norteamericana y la Revolución Francesa, ambas inspiradas en el “Siglo de la Ilustración”, en el “Siglo de las Luces”, que a su vez sentaron las bases intelectuales del Estadonación y del Estado liberal de Derecho.
Lo que pretendemos advertir, es que unos de los más nefastos lastres que se incubaron al término de la guerra de independencia fueron la improvisación y experimentación política, a saber, un desprecio permanente por la aplicación de las leyes de las nuevas instituciones. En un arranque de la joven nación, decidimos romper todo nexo con el pasadomediante la inserción de instituciones ajenas a nuestra tradición de entonces; en un abrir y cerrar de ojos abrazamos el modelo descentralizado, el modelo federalista norteamericano como una forma de dar la espalda a 300 años de instituciones españolas.
Las consecuencias no se hicieron esperar; dificultad e ignorancia para poner en operación las nuevas instituciones, caos, anarquía,indisciplina militar, entre otras marcarán la tonalidad de muchas décadas por venir, con el consecuente deterioro de la figura del Estado, como entidad capaz de garantizar a los ciudadanos el principio decimonónico por excelencia: garantizar la seguridad.
Es que debe recordarse que en el siglo XIX la principal y única función del Estado era precisamente proveer de seguridad a las libertades(económicas) y a la propiedad de sus habitantes. Y para ello resultaba indispensable imponer la soberanía del Estado en todo el territorio, para lo cual a su vez era necesario, contar con los ingredientes de un Estado nación: una burocracia, un ejército nacional y una hacienda nacional que pudiera sufragar con los costos operativos de las instituciones. Difícilmente fue posible encontrar estos tres...
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