Insomnio
son las 4:49 de la mañana y no puedo dormir. Un dolor muy fuerte en el pecho me despertó y desde entonces he permanecido sentada en el sillón tratando de acomodarme para volver a dormir. Loprimero que vino a mi mente es que este dolor ya era conocido. Así qué lo tomé con calma y busqué en Google algo que pudiera ayudarme a darle nombre y tratamiento de acuerdo al diagnóstico recibidola ocasión anterior. Revisé mi Facebook, publiqué lo que creo que es mi diagnóstico y jugué unos juegos pendientes. Bajé a tomarme una aspirina y volví a acomodarme en el sillón que lleva 3 nochessiendo el único lugar donde puedo tratar de conciliar el sueño sin el dolor tan intenso, porque mantener una posición horizontal no tiene cabida por el momento. Pienso en mis hijos, yo no tenía grandespretensiones, bueno, si pensar en vivir hasta los 80 años para verlos crecer, estar ahí cuando te necesitan, educarlos lo mejor posible son grandes pretensiones pues entonces así es. Viajes en crucero,carros deportivos, casa en el campestre no estaban en mi itinerario. Al final, me dispuse a ver una película, algo liviano sin drama para no tener ninguna clase de emoción. Quería olvidar el hecho deque tal ves sea necesaria una operación, o un tratamiento, no tengo tiempo para eso, mis hijos están en exámenes, necesitan zapatos, tratamientos dentales, como se le ocurre a mi corazón quejarse. Ymi madre que todo lo arregla, podrá arreglar esto también? Quisiera regresar al punto donde no tenía más responsabilidad que la de cumplir con mi tarea y salir a dar la vuelta con mis amigas; donde lomás importante que tuve fue hepatitis, pero pude permanecer 2 semanas durmiendo sin que afectara absolutamente nada. El tiempo sigue transcurriendo, no se detiene, la película casi termina. Pronto,los demás van a despertar y yo tendré que levantarme a hacer el desayuno. Hacer cómo que nada pasó. Ahora, tal ves alguien lea lo que puse en Facebook y sea posible que me manden saludos, o sus...
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