Integracion

Freud plantea en “La sexualidad infantil”, que el chupeteo aparece ya en el lactante y puede conservarse hasta la madurez o persistir toda vida; consiste en un contacto de succión con la boca, repetido rítmicamente, que no tiene por fin la nutrición, lleva al adormecimiento o incluso a una reacción en una suerte de orgasmo.
La pulsión no está dirigida a otra persona; se satisface en el propiocuerpo. La acción del niño chupeteador se rige por la búsqueda de un placer ya vivenciado y ahora recordado. El quehacer sexual se apuntala primero en una de las funciones que sirven a la conservación de la vida, y solo mas tarde se independiza de ella.
El niño no se sirve de un objeto ajeno para mamar, prefiere una parte de su propia piel porque le resulta más cómodo y porque así se independizadel mundo exterior que aún no puede dominar.
En el entretiempo puberal - adolescencia - juventud, el adolescente atraviesa una revisita de su niñez, en la que pueden “despertar” aquellas impresiones olvidadas por la amnesia infantil, ya que dejaron las más profundas huellas en la vida anímica y pasaron a ser determinantes para su desarrollo posterior. Por lo tanto, no podía tratarse de unaseparación real, sino de un mero apartamiento de la conciencia: represión.
En esta revisita, el adolescente puede repetir aquella primera vivencia de satisfacción y sublimar su libido repitiendo aquel chupeteo de su “yo infantil”, encontrando en él una descarga parcial de la pulsión sexual.
En la actualidad se conocen adolescentes e incluso adultos, que aún succionan el pulgar; vivenciándolo máscomo “algo que los relaja, que les permite conectarse con sí mismos” que como un mero hábito.
Se puede decir que estos jóvenes adolescentes, que aún se succionan el pulgar, no se dan el lugar para dejar ir aquel niño que existe en ellos, por lo tanto, no quieren enfrentarse al adulto que les espera; o bien, visto desde otro extremo, que quedaron en esa satisfacción autoerótica vivenciada en losprimeros meses de vida; en esa fijación oral, y los remite a cuando se sentían protegidos, al seno materno, que es representación de amor y protección. Es un mecanismo de defensa. Por consiguiente, cada vez que se sienten inseguros recurren al dedo.
Pierre Marty afirma que la aparición novedosa de la pubertad genital, no decreta la desaparición de la sexualidad infantil, esta idea se impone dadoque lo nuevo ejerce un efecto de fascinación que eclipsa, vela, lo anterior, generando un ocultamiento por represión que puede ser interpretado erróneamente como desaparición de lo previo: la sexualidad infantil.
De los primeros vínculos sexuales resta una parte que ayuda a preparar la elección de objeto, y así restaurar aquella pérdida. El trato del niño con la persona que lo cuida es unafuente continua de excitación. Un exceso de ternura por parte de los padres puede provocar un daño porque apresura la maduración sexual. La angustia de los niños es su añoranza de la persona amada. El niño tan pronto como no pueda satisfacer su libido, la muda en angustia. Es difícil que la vida sexual del joven que madura pueda desplegarse en otro espacio de juego que el de la fantasía; a raíz de lascuales vuelven a emerger las inclinaciones infantiles. Esto puede verse reflejado en lo que se especificaba más arriba, la succión del pulgar en los adolescentes; algo de lo infantil queda, algo de ello se recuerda y se revive como algo aun satisfactorio, placentero. La culminación de este hábito podría, entonces, marcar el abandono, por así llamarlo, de lo infantil, con todas lascaracterísticas que ello implica. O bien podría marcar la descarga gradual del objeto transicional planteado por Winnicott. El destete, el despegue del placer vinculado a lo autoerótico, a lo oral, al pecho materno; aunque ya sea adolescente podría hablarse de esto, de la diferenciación del YO con la madre, sin prejuzgar ni tildarlo de patológico. En “Metamorfosis de la pubertad”, Freud afirma: la madre se...