integridad de una persona
Si observamos con detenimiento, veremos que probablemente no quede en la sociedad actual más moral que la católica y lanacionalsocialista. No es que haya otras morales diferentes, es que en realidad no existen y por lo tanto no pueden ser adaptadas como norma de vida.
Si conversando alguien discute sobre si quiere tener hijoso no, si estos le quitan a la pareja los años de juventud en que puede ser feliz, sólo traen problemas y suponen un a carga vital; habrá quien esté dispuesto a consumir todo tipo de anticonceptivospara evitar su llegada y otros que, a lo sumo, decidan traer al mundo uno o dos descendientes. Para el católico las cosas son mucho más transparentes: el matrimonio tiene como una de sus misiones másimportantes, tener una numerosa prole. Esto es así de claro. Es probable que para éste último la vida resulte menos cómoda, más cansada y llena de problemas, pero en última instancia habrá cumplido consu deber y su Fé y, como he dicho antes, la vida le traerá muchas otras alegrías, totalmente desconocidas por la s parejas de egocéntricos que creen ver en la propia satisfacción el único fin de estemundo.
Si en otra ocasión alguien comenta las ventajas y desventajas que acarrea el divorcio, anteponiendo sin embargo la propia felicidad por el fácil camino de la satisfacción personal por unanueva belleza, un gran amor a primera vista, etc.; para el católico todo es mucho más rotundo: la fidelidad a la propia esposa es fundamental.
Podríamos añadir aquí otros ejemplos pero creo que sonsuficientes para llegar al terreno propuesto. La moral católica -de hecho y probablemente la única aplicable y útil en el Occidente actual- coincide plenamente con el Nacionalsocialismo en muchísimos...
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