inteligencia emocional
María del Mar Noda Rodríguez1
Cada día que pasa oímos hablar más de una serie de características
como versatilidad, adaptabilidad, inconformismo, autenticidad, creatividad,
polivalencia, iniciativa, etc., que se consideran esenciales para el desarrollo
tanto personal como social y laboral de los sujetos. En otras palabras, la
denominada inteligenciaemocional (IE) se presenta como uno de los factores
determinantes del éxito del individuo en todas las esferas. Se entiende por
inteligencia emocional, según Mayer y Salovey, “la habilidad para percibir,
valorar y expresar emociones con exactitud, la habilidad para acceder y/o
generar sentimientos que faciliten el pensamiento; la habilidad para
comprender emociones y el conocimiento emocional y lahabilidad para regular
las emociones promoviendo un crecimiento emocional e intelectual” (Mayer y
Salovey, 1997, cit. Extremera y Fernández Berrocal, 2003). En particular,
Salovey organiza la inteligencia emocional en cinco competencias principales:
conocimiento de las propias emociones (autoconocimiento); capacidad de
manejarlas (control emocional); capacidad de automotivarse; capacidad dereconocimiento de las emociones de los demás (empatía); y habilidad en las
relaciones (habilidades sociales y liderazgo). Se podría decir, entonces, que
hablamos del uso inteligente de las emociones; es decir, una persona es
inteligente emocionalmente cuando sabe relacionarse consigo misma y con los
demás, pues significa que sabe escuchar, comunicarse, motivarse,
comprender, negociar, adaptarse,disculparse, controlarse, sentir y transmitir
confianza, tener iniciativa, tomar decisiones, superarse... , en resumen, sabe
actuar adecuadamente en cada momento concreto.
Así, nos encontramos con que los criterios de personalidad y las
relaciones personales coinciden o se reconcilian con las necesidades del
capital. Un buen trabajador tiene “don de gentes” y, por tanto, se autocontrola
emocionalmente,convirtiéndose de esta forma el control extrínseco en
autocontrol y en identificación con el espíritu de la empresa, pues el trabajador
está al servicio de las demandas del cliente. En estas últimas décadas el
proceso de acumulación capitalista ha precisado, y continúa precisando cada
vez más, de estas habilidades tanto para los trabajos cualificados como para
aquellos en los que no se requierecualificación, con independencia de que nos
hallemos ante el sector secundario o terciario. Así, basta echar una ojeada a
los anuncios de cualquier oficina de empleo o a las páginas de ofertas de
empleo de cualquier periódico para ver que, básicamente, las mismas
cualidades personales –afán de superación, ganas de trabajar, motivación,
disposición para trabajar en equipo, movilidad laboral,capacidad de
negociación, dotes de coordinación, ... - se demandan a la hora de seleccionar
1 Departamento de Sociología, Facultad de Educación (módulo B), Universidad de La Laguna, Campus
Central, s/n, 38201, La Laguna, Tenerife. Teléfono: 922319079. Fax: 922319117. e-mail:
mmnoda@ull.es
candidatos para un puesto de, por ejemplo, ingeniero jefe, vendedor, repartidor
o recepcionista, ...
Las empresas,como nos señalan los economistas, sociólogos,
empresarios, sindicalistas, políticos..., se han vuelto flexibles, dinámicas como
el propio mercado y, además, en la nueva gestión empresarial, según reza, el
sistema capitalista ofrece posibilidades de autorrealización y espacios de
libertad para la acción (Boltanski y Chiapello, 2002: 56). Por tanto, los
individuos “deben poseer” estas cualidades, nosólo porque sean beneficiosas
para ellos sino porque además son necesarias para tener éxito, o, como
mínimo, para incorporarse o reengancharse al mercado laboral. De esta forma,
una nueva dinámica, que se viene denominando “toyotismo”, basada en la
flexibilidad y en la coordinación de grupos de trabajo, sustituye al anterior
modelo jerárquico-burocrático dominante en los países de capitalismo...
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