Inteligencia Resuelta
La inteligencia
La inteligencia resuelta
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Quién no aspira a vivir resueltamente, sin enredarse, sin meterse en callejones sin salida, sin sentirse atrapado por la ignorancia, la pobreza, el miedo, el desánimo, la violencia? Vivere risolutamente era el valiente lema de Pedro Aretino, un poeta del Renacimiento. Quiero escribir sobre la inteligencia resuelta, la que avanza conresolución. Me entusiasma esta palabra, que procede de «resolver» y que significa dos cosas: inventar soluciones y marchar con decisión. Ambas cualidades ha de tener la inteligencia humana, que no es una computadora, ni un espíritu puro, ni una máquina de resolver ecuaciones, sino una mezcla de conocimiento y valor. Ambas cualidades deberíamos tener el lector y yo. Todos. «¿De qué sirve que elentendimiento se adelante si el corazón se queda?», dijo Baltasar Gracián hace siglos. Este libro está escrito para ser leído en el metro o mientras se espera el autobús o cuando se ha apagado la TV por aburrimiento. Una vez me escribió un agricultor aragonés diciéndome que tenía gastado un libro mío de tanto llevarlo al campo. Nunca me he sentido más orgulloso. Espero que éste también sea un libropara usarlo mucho, para tenerlo junto a los utensilios de cocina o en el cajón de las herramientas o sobre la mesilla, no para aparcarlo en la librería del cuarto de estar. Habla de temas científicos, pero sin separarse de la vida diaria. La ciencia, el arte, y las demás ramas de la cultura, no son delicados pastos para exquisitos, ni lujosas actividades para ociosos. Son salvavidas. Sirven mientrasnos ayuden a resolver nuestros problemas, a adecentar nuestras vidas, a construir el azaroso orbe de la dignidad humana. Si no lo hacen, podemos tirarlos a la papelera. Siempre que escribo tengo presente una anécdota ocurrida en la escuela de un suburbio. El maestro preguntó a un niño cuántas patas tenían los artrópodos y el niño le miró tristemente, movió la cabeza y dijo: «¡Ojalá tuviera yo susmismos problemas, señor maestro!» Pues eso. He dedicado muchos años a investigar sobre la inteligencia, un tema que nos interesa a todos, y ahora, por vocación y por entusiasmo, desearía contarle algo de lo que he aprendido. ¿Que por qué tiene que interesarle este asunto? Porque la inteligencia es nuestro gran recurso, nuestro gran riesgo y nuestra gran esperanza. Somos los actuales protagonistasde un vuelo que comenzó hace mucho. La especie humana se separó de la selva, física y metafóricamente. Se empeñó en alejarse de la
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Materiales Virtuales Cátedra Faría - Unidad Temática III
La inteligencia resuelta
coacción de los instintos, de la tiranía de los estímulos, de los implacables mecanismos animales, para ampliar así su ámbito vital, comenzó a dirigir su acción por metaslejanas. El palo y la zanahoria dejaron de ser los únicos recursos educativos. La inteligencia es la facultad del despegue y de la liberación. Es una energía aeronáutica. Nos permite ir más allá de lo dado, más allá de nuestras limitaciones, más allá de la selva de donde venimos, más allá de los mil pantanos en donde nos empantanamos. Todo con mucho esfuerzo, es verdad, y con trágicas indecisionesy retrocesos, pero sin regresar nunca definitivamente a nuestro lugar de origen. Los chimpancés son primos nuestros, compartimos el noventa y cinco por ciento de los genes, y, sin embargo, ¡qué fantástica lejanía!. Son muy inteligentes, sin duda, pero tienen una inteligencia cautiva. Repiten sin cesar unas rutinas biológicamente programadas. Se rascan ahora igual que se rascaban hace diez milaños. El hombre en cambio, se aleja de la monotonía animal. Andamos, corremos, volamos, buceamos, nos deslizamos en el escarolado cuenco de la ola. Agrandamos el espacio que por naturaleza nos correspondía, atravesándolo con ayuda de ruedas, zancos, esquíes, globos, reactores. Hemos dejado atrás los aburridos cacareos, zureos, berridos, bramidos y demás estridencias o cadencias animales, del...
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