Intellego Ut Credam
Intellego ut credam
Robinson García, L.C
La carta encíclica Fides et ratio escrita por el Beato Juan Pablo II dice que la fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad, pero, ¿Por qué hace tal afirmación ¿Es posible una armonía entre la fe y la razón?, ¿Es posible que la religión hagaparte de la vida diaria y común del hombre?
EL hombre es un ser religioso por naturaleza, y de esto san Lucas, en los hechos de los apóstoles deja constancia al narrar el primer viaje misionero de Pablo a Atenas 1, que al llegar allí, ciudad se filósofos, se encuentra en el areópago con una gran cantidad de estatuas dedicadas a los diversos dioses de sus creencias incluían una estatuadedicada “al Dios desconocido”, de aquí san Pablo aprovecha para predicar ese Dios que ellos adoraban sin conocer 2.
En su predicación el apóstol pone de relieve una verdad universal que la iglesia ha conservado y que tantos filósofos en la historia lo han corroborado diciendo que el hombre es un ser religioso por naturaleza y por tanto esta religiosidad llevará al hombre a sentir en lo másprofundo de su corazón el deseo y la nostalgia de Dios, y no sólo lo enfatizan la liturgia sino también la sagrada escritura 3 y grandes personajes como san Agustín 4 y a la vez muestran el mejor medio para saciar este deseo que inicia elevando la razón más allá de lo contingente para ir hacia lo infinito y espiritual como lo vemos expresado a lo largo de la historia a través del arte, la música,la literatura…
Aristóteles decía: “todos los hombres desean saber” (Homo amat scire) (Ο άνθρωπος αγαπά τη σοφία) 5, y el objeto de este deseo es la verdad, de hecho en la vida “muchos quieren engañar, pero nadie quiere ser engañado” 6 y se dice que una persona ha alcanzado la vida adulta cuando sabe descubrir lo con sus propios medios aquello que es verdad o mentira y en definitiva sonlas cosa verdaderas las que realizan al hombre en su naturaleza.
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1. Hch. 17, 22-23
2. Hch. 17, 26-27
3. Salmo 26
4. SAN AGUSTIN, confesiones I, 1, 1.
5. ARISTOTELES, metafísica, I, 1
6. SAN AGUSTIN, confesiones, X, 23, 33, ccl 27, 173
La verdad en un inicio se le presenta al hombre en forma de interrogante ¿Qué sentido tiene la vida?, ¿Qué hay después dela muerte?, ¿Porqué existe el dolor y qué sentido tiene?... esto lleva al hombre a una verdad absolutamente cierta, después del hecho que de existimos, el hombre es consciente de que algún día morirá y por eso quiere y debe conocer la verdad sobre su propio fin de modo que su vida tenga un sentido más profundo ya que si después de esta vida no hay nada, no tiene sentido vivir siguiendo la leynatural grabada en nuestro interior “haz el bien y evita el mal”, y al contrario si hay algo después de la muerte esto significa que vale la pena tener un ideal y aprovechar la vida totalmente.
Esta verdad que busca y a la que tiende el hombre no es una hipótesis, sino una verdad absoluta que se pueda convertir en certeza en lo más profundo de su interior y a su vez esta certeza seconvertirá en el en motor que lo impulse y le ayude a darle un sentido profundo a su vida, a su existencia, alimentándose también de su propia cultura y de la sociedad que influyen de diversa manera en cada uno. La verdad es la que siempre tiene una influencia en la vida, pero muchos cuando la ven en el horizonte de sus respuestas la evitan porque tienen miedo a sus exigencias, pero aún así sigue laverdad influenciando su vida pues de lo contrario una vida fundada en la duda estaría a la deriva del temor y de la angustia.
No es posible utilizar sólo la razón pues si así fuera sería imposible discutir sobre cada afirmación que constantemente descubre la ciencia y por consecuencia es necesario utilizar la fe y por ser el hombre un ser social debe fiarse en alguien que con certeza no...
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