Intento de relato policíaco

La mañana en la que tropecé con el primero de los crímenes ocurridos aquella semana rodeada de acontecimientos desconcertantes para todos e inmensamente interesantes para algunos, luego de recorrerlos pasillos que conducían al salón de profesores, descubrí que había olvidado mi billetera. Siguiendo exactamente la misma ruta, me devolví al auto con la confianza de encontrar el objetodesaparecido, tal vez se había caído. Exploré el interior del auto, revisé los alrededores pero siguió sin dejarse ver. Luego de quince minutos de búsqueda infructuosa decidí volver al salón de profesoresatravesando el mismo camino una vez más, con una preocupación que interfería el buen funcionamiento de mi cerebro. Mis pies se enredaron con un cuerpo sólido que yacía a la entrada del recinto yseguidamente caí. Dos colegas se acercaron apresuradamente con una expresión de espanto que aparentemente no correspondía al hecho de que estaba tumbado en el piso, incapaz de levantarme por mí mismo, sino a lamano empapada en sangre que se encontraba a mi costado. Era la mano de una mujer de tez blanca, dedos largos y delgados y uñas barnizadas con esmalte escarlata que lograba confundirse con la sangre,verdaderamente brillante, que cubría la extremidad entera. Di saltos aún sentado y me arrastré un par de metros lejos de la escena del crimen. Mis compañeros continuaron exaltados.

___¡Alguien consentido común llame a la policía, por favor! –exclamó Rosaura llevándose ambas manos a la cabeza.

___¿Por qué no la llamas tú? –respondió Daniel.

___De todas formas –dije, mientras melevantaba con dificultad– no van a llegar.

Rosaura, furiosa, corrió a informar lo que acababa de observar.

Nunca en los quizás diez años que llevaba trabajando en el Colegio Agustiniano, habíaexperimentado tal terror y turbación. Tampoco había sido testigo de un acontecimiento tan misterioso. La pregunta “¿a quién pertenecerá aquella mano?” me inquietaba.
Horas después intervino la policía...