intentos

Conversaciones intrascendentes de un día cualquiera (o sobre cómo hacer una conexión clandestina con los empleados de la empresa que te brinda el servicio).

Ella se acercó y estuvo ahí desde que llegaron. Se quedo allí desde que comenzaron a trabajar porque como diría más tarde “la mierda es lo primero que se huele”.
La vecina se acercó a hablarle de su vida simulando una amistadinexistente, y quizás desconociendo que ella detestaba los monólogos autoreferenciales. Le contó sobre su infancia y sobre los devenires de tener que hacerse cargo de sus hermanos, su llegada al barrio, sus modos de ahorrar, e incluso sobre la envidia de los vecinos que los criticaban.
Mientras escuchaba y solo respondía monosílabos o acotaciones triviales, recuerdo que atendía simultáneamente laconversación vacua de su vecina y también la del esposo de aquella que pedía a los trabajadores de la empresa de agua que le hagan una conexión clandestina. Ellos no sabían que los tres hombres que empezaron a cavar frente a la vereda eran de la empresa de aguas de la provincia. Así que le pidieron si podría hacerle una salida de nuestra manguera hacia su casa.
Ella se sorprendía, era la desfachatezpersonificada. Los trabajadores no contestaban o por lo menos lo hacían disimuladamente. Solo escuchando. Recuerdo la esperanza de esa chica, que se dijo a si misma: seguro ellos, al trabajar para la empresa no consentirán en hacerlo y se negarán. También recuerdo su decepción al comprobar que estaba equivocada.
¿Ustedes les dan el agua a ellos? Le preguntarían mas tarde. A lo que ellacontestaría: no, nosotros vinimos hace poco por un problema que tenemos aquí.
Los hombres continuaron con su trabajo. Ella se quedo allí. Mirando, a la espera, como quien sabe que algo sucederá pronto. Su conexión de agua ya estaba hecha, ellos sólo tenían que tapar el pozo e irse. Pero aún seguían allí. Ella no entendía que los demoraba, hacía calor a pesar de ser otoño, y cualquiera quisiera estar en otrolugar y no en un pozo con agua hasta las rodillas. De pronto, el que se había ido en camioneta vuelve, y trae consigo un aparato similar al que ya estaba allí cuando hicieron el pozo.
Este señor que parecía ser el jefe, lo deja y vuelve a irse. El obrero dentro del pozo adapta esta herramienta al caño principal. Ella pregunta: ¿Para qué es esa nueva conexión? Y el hombre contesta: te vamos acambiar acá porque el otro es de hace años y debe de estar deteriorada. Ah ok, si seguro debe de ser así. Ella refuerza su voluntad de quedarse.
El jefe vuelve de pronto y trae consigo una manguera, innecesaria. Entonces ella pregunta de nuevo: esa nueva conexión no iba a ser para nosotros? Si, si, pero le vamos a poner ya esta otra a la señora, es el otro quien habla ahora.
Entonces dice: perola señora no tiene que hacer algo antes? Yo hice unos trámites, pagué una instalación, fui a la empresa, presenté unos papeles? El que hablo antes contesta: ehhh si, si, pero acá ya hablo con el jefe, y es como si hubiera hecho el tramite.
Cuando habla del jefe este otro obrero se refiere al que fue y vino con la camioneta a traer las herramientas. Ella sigue pensando que la mención de la palabra“jefe” no fue involuntaria. No, no carecía de inocencia, quizás hubiera sido para amedrentar. Quizás, este pobre hombre pensó que ella detendría las preguntas frente a la presencia de alguien con “autoridad”. Se equivocó.
Ella lo miro a la cara, como gravando impresiones de una vergüenza. Y luego lanzó la pregunta: y esto se puede hacer, ósea se debe hacer? Él le contesta: si, si, es como siella ya le hubiera hecho el trámite. Es para que los muchachos nomás no vuelvan a hacer el pozo, porque si no tienen que volver a cavar.
Ah entonces, si yo te llamó cualquier otro día y te digo, hacerme otra conexión, más allá frente al portón, vos venía y me la haces, no? Él contesta: si, venimos, te clausuramos esta y te hacemos.
Pero a la señora a la que le estás haciendo esa conexión no...