Interes nacional
Emilio Campmany
Colaboraciones nº 633
4 de noviembre de 2005
Desde que Richelieu inventó la raison d’état para explicar por qué un príncipe de la Iglesia como él debíaaliarse con los príncipes protestantes alemanes contra el catolicísimo rey de España, existe la conciencia de que las grandes naciones-estado sólo pueden tener una política exterior, de modo y manera quepoco o nada varía ésta cuando se produce un cambio de gobierno. Es así porque el estado tiene unos intereses nacionales que vienen condicionados por las circunstancias externas, que tienden a serpermanentes y algunas de ellas, como la geografía, casi eternas. En las modernas democracias, que son regímenes de opinión pública, resulta muy difícil, si no imposible, sacar adelante cualquier política,y, por tanto, también cualquier política exterior, si sufre un amplio rechazo entre el electorado. Por eso, cuando los políticos quieren desarrollar una política exterior coherente con losintereses nacionales más o menos permanentes, es requisito indispensable que la opinión pública sepa cuáles son estos intereses y los perciba como “nacionales”, es decir, comunes a todos y, en consecuencia,también propios. En España, por nuestra Historia durante el último siglo, la población tiene escasa conciencia de cuáles son nuestros intereses nacionales. No digo que estemos enfrentados acerca decuáles debieran ser considerados tales, que es cosa que, en la medida en que sea circunstancial, no es mala e incluso tiene francos aspectos positivos, sino que sencillamente no se habla de ello. No digoque no se hable de política exterior, que cada vez se habla más, sino que no se debate sobre cuáles son nuestros intereses nacionales. Sólo se habla de lo que es éticamente bueno o malo, de lo que laética política dicta hacer. Por ejemplo: discutimos si los EEUU son buena gente o unos malvados
Grupo de Estudios Estratégicos GEES
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Colaboraciones nº 633
imperialistas, para...
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