Internacional
El líder libio Muammar Kaddafi destacó en un discursopronunciado ante sus seguidores y emitido el pasado martes por la televisión estatal que Estados Unidos, Francia y Reino Unido se han conjurado en contra de Libia para controlar sus campos petrolíferos.Obama está dispuesto a incendiar Libia para acabar con el reinado de Muammar Gaddafi. Y de paso, asumir el control de los ricos yacimientos de petróleo libio. En Libia parece que no hay espacio para lasensatez, y donde, como bien señala el periodista español Florentino Portero, estamos frente “a un conflicto de intereses tribales” y que algunos de manera interesada quieren “confundir con una luchapor la libertad”.
Dicen que en la guerra, la primera víctima es la verdad. Y al igual que sucedió con la administración Bush y su guerra de mentiras sobre las famosas armas de destrucciónmasiva, lo que le sirvió como justificación para invadir militarmente Irak con las terribles consecuencias que hoy viven los iraquies; la administración de Obama viene alentando la imagen de un panoramadesolador en Libia, de matanzas y bombardeos a civiles atribuídos a Gaddafi. En ese panorama de medias verdades y mentiras completas, lo único cierto es que el imperio ha decidido deshacerse deGaddafi. Vivo o muerto. Obama, alentado por los halcones neoconservadores, quiere ser parte del conflicto interno libio, y donde la posibilidad de intervenir militarmente en Libia es una opción que vienentrabajando de manera intensa. Al igual que Bill Clinton, que tuvo su guerra en los Balcanes, George Bush en Afganistán e Irak, el premio Nóbel de la paz quiere mostrar ante el mundo que también él...
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