internacional
1
No sé, a estas alturas, cómo decir las cosas que suceden.
Soy un poco apagado, un poco triste,
un poco incrédulo y vacío.
Dejé pasar tres meses a propósito
para mirar en mí, mirarte lejos,
sano y salvo de ti, Cuba caliente.
(He aquí el primer error. No quiero atarme
a las palabras ni al ritmo.
Líbreme Dios de mí
igual que me he librado de Dios.)
Suscribo lo que dice laprensa reaccionaria del mundo.
(Así iba a empezar.)
En Cuba hay privaciones, hay escasez, no hay poitos,
no hay vestidos suntuosos ni automóviles último modelo,
hay pocas medicinas y mucho trabajo para todos.
Suscribo esto.
Quiero aclarar que no me paga un sueldo el partido comunista,
ni recibo dólares de la embajada norteamericana
(¡Qué bien la están haciendo los gringos
en Vietnan y enSanto Domingo!)
No acostumbro meterme con la poesía política
ni trato de arreglar el mundo.
Más bien soy un burgués acomodado a todo,
a la vida, a la muerte y a la desesperanza.
No tengo hábitos sanos
ni he aprendido a reír ni a conversar con nadie.
Soy un poco de todo,
y pienso que si fuera en un buque pirata
sería lo mismo el capitán que el cocinero.
2
«Hambre y sed de justicia»
¿es másque sólo el hambre y la sed?
¿De dónde un pueblo entero se aprieta la barriga
por que sí?
¿de qué raíz de rencor,
de cuánta injuria,
de cuánta revancha detenida,
de cuántos sueños postergados
surge la fuerza de hoy?
Porque es necesario decir esto:
para acabar con la Cuba socialista
hay que acabar con seis millones de cubanos,
hay que arrasar a Cuba con una guataca inmensa
o echarleencima todas las bombas atómicas y los diablos.
(Señor Presidente Johnson:
hundamos a Cuba
porque la isla de Cuba navega peligrosamente
alrededor de América.)
3
¿Quién es Fidel?, me dicen,
y yo no lo conozco.
Una noche en el malecón una muchacha que estaba conmigo
dio de gritos palmoteando: «ahí va Fidel,
ahí va Fidel», y yo vi pasar tres carros.
Otra vez, en un partido de pelota,
lagente le gritaba:
«no seas maleta, Fidel»
como quien le habla a un hermano.
«Vino Fidel y dijo...», dice el guajiro.
El obrero dice: Vino Fidel.
Yo he sacado en conclusión de todo esto
que Fidel es un duende cubano.
Tiene el don de la ubicuidad,
está en la escuela y en el campo,
en la junta de ministros y en el bohío serrano
entre las cañas y los plátanos.
En realidad, Fidel es el nombredel viento que levanta a cada cubano.
4
Estoy harto de la palabra revolución
pero algo pasa en Cuba.
No es parto sin dolor, es parto entero,
convulso, alucinante.
Se han quebrado familias, se separan
los que no quieren ver ni ser testigos,
los lastimados y los impotentes.
¿Por qué mi tío Ramón, con sus ochenta,
quiere morir en Cuba
con hijos en Miami y otros hijos
de Colón a La Habana?¿por qué cantan los niños
cuando van al trabajo, entre clases y clases?
(Un domingo, en Cienfuegos,
en un camión, temprano,
los vi salir al campo,
y era como si Cuba amaneciera
en sus risas y cantos.)
¿Por qué estudian América y Celeste
y otras recamareras, en el hotel, a diario?
¿por qué el libro se ha vuelto de pronto
bueno como el boniato?
Es verdad que han partido,
arando el mar,gusanos,
y hombres y mujeres han partido
y, ciertos o engañados,
violentos o perdidos o espantados,
han partido, se han ido -oscurecido-
a un porvenir que espera mutilado.
Cuba de pie, de frente,
de corazón, entera,
Cuba de pie ha quedado.
Cuba rodeada de enemigos,
Cuba sola en el mar,
Cuba ha quedado.
5
Crece difícilmente, pero crece
diáfanamente.
Es limpio este crecer,
hay algolimpio y doloroso en todo,
son los años del cambio, del ajuste,
del vivir de otro modo.
¿En dónde vi la alegría derramada
-Playa Girón sobre la sangre fresca?
Escuela de combate: pescadores,
niños nautas, pizarrón en fiesta.
Hay pueblos tristes como en todas partes,
pero el cubano tiene una madera
oscuramente alegre, una fuente de sol,
un surtidor de agua.
Escándalo y ternura al mismo...
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