Internet

MATAR AL MANCO
GUILLERMO CHAO EBERGENYI
CAPITULO XXXIII
José de León Toral dio un paso hacia adelante después de transponer el arco de flores que homenajeaba a Obregón. El general advirtió yvolvió el rostro. Sonreía. Casi instintivamente, De León Toral se pasó el cuaderno donde había estado dibujando de la mano derecha a la izquierda y lo puso al alcance de la vista de Obregón sin decirpalabra.
En ese mismo instante José dio un paso lateral hacia la derecha, cruzando por la espalda de Obregón y sacó la pistola Star del chaleco.
Con absoluta calma apuntó primero al rostro. Obregón miroprimero a la izquierda, en busca del dibujante a quien trataba de regresarle el cuaderno de dibujo; al no encontrarlo, volvió su rostro hacia la derecha. Sonaron tres detonaciones. El primer impactolo recibió en la mejilla derecha. Obregón escucho un estampido junto a su oreja derecha y al instante quedo sordo, pues percibió las detonaciones siguientes como eco opaco y lejano; sintió que la bocareventaba, la lengua perdía el control sobre sí misma, como cuando se degusta un limón, y se llenaba el paladar del sabor dulce y viscoso de la sangre. En un acto reflejo quiso protegerse y sucerebro le ordeno accionar el inexistente brazo derecho, pero otra bala le atravesó el muñón y se le incrusto en el cuerpo.
Sintió como si hubieran golpeado en el pecho con un mazo y su cuerpo inicio ungiro sobre sí mismo, inclinándose hacia la izquierda. Una tercera bala penetró por la nuca y lanzó su pesada cabeza hacia enfrente y hacia abajo. Hubo un instante de silencio y otras tres detonacionesestallaron consecutivas, fracturándole el omóplato izquierdo y reventándole pulmones, corazón, estómago, hígado y vísceras.
Cayó pesadamente y golpeó en la frente contra el suelo de cemento. Sulultima visión fue hacia la pata de la mesa que había ocupado, distante apenas unos centímetros de sus ojos. Hizo un bizco en vano intento por enfocar esa visión que se distorsionaba, se torcía y se...