Interpretación de una ponencia

Los límites de la escritura: apuntes en torno a Sebregondi retrocede de Osvaldo Lamborghini

Sonia Bertón


Siempre anda, Uno, rondando ciertas palabras. Hasta que las atrapa. No se atrapa. Nada y jamás.
Osvaldo Lamborghini, Sebregondi retrocede.
La poesía lleva al mismo punto que todas las formas del erotismo: a la indistinción, a la confusión de objetos distintos. Nos conduce hacia laeternidad, nos conduce hacia la muerte y por medio de la muerte, a la continuidad: la poesía es la eternidad. Es la mar que se fue con el sol.
George Bataille, El erotismo.

El lenguaje y la literatura son configuraciones cuya capacidad de representación conlleva un debate que se construye y resignifica permanentemente en el campo cultural y político. Sin embargo, esta obstinación porpreguntarse acerca de qué puede la literatura parece encontrar, al menos en algunas obras de fines de los ‘60 y principios de los ‘70, una respuesta en algún punto taxativa. En ellas, los límites de lo literario se revelan ante lo inescrutable de la violencia y el deseo. ¿Cómo hablar/ literaturizar con un lenguaje “incapaz”? ¿Cómo representar lo alienante y lo inasible?
Considero que, en el campo de loliterario, la escritura de Osvaldo Lamborghini puede ser leída como un modo posible, entre otros, de abordar esta preocupación en torno a la capacidad de representación del lenguaje. En este sentido, me propongo analizar trazos de esa escritura en Sebregondi retrocede (1973) como ejemplos de un lenguaje —mutilado, poético, entrecortado— que pretende, en sus propios sobresaltos, dar cuenta de estosinquietantes límites en los que la literatura parece ya no poder decir nada.
En el campo de la teoría literaria, por su parte, también a fines de los años 60 y principios de los 70 se produjo un caudal de reflexiones en torno a esta problemática que, en gran medida aunque no exclusivamente, estuvieron enmarcadas entre las preocupaciones estructuralistas y postestructuralistas de los intelectualesreunidos en torno a la revista Tel Quel.
En este sentido, considero interesante retomar el trabajo que Alberto Giordano realiza en torno a las nociones de “literatura y poder” ─lo que la literatura puede y no─ en la obra de Roland Barthes ya que el crítico argentino construye un recorrido ─bajo la aclaración expresa de que no se trata de etapas y secuencias sino de una tensión que se renuevaa lo largo de toda la obra barthesiana─ en el que analiza los modos en que el francés abordó el problema en sus distintas escrituras. Pensar la literatura como un “acontecimiento”, en el sentido deleuzeano, permite, según Giordano, precisar los alcances de la literatura desde un punto de vista ético y poner el énfasis en esta estructura doble que distingue al acontecimiento de un simple “hecho”(39). Esto es recuperar la tensión en un nivel en el que se pone de manifiesto lo que el mismo Gilles Deleuze describe como de “carácter problemático y problematizante” en tanto convergen, en el acontecimiento, dos momentos de naturaleza diferentes que son la efectuación y la contra-efectuación (ídem).
Si es posible decir que la efectuación es la instancia que nos remite a la realizacióndiscursiva del acontecimiento literario, por el contrario, la contra-efectuación es la parte del acontecimiento que no puede realizarse pero que da sentido a lo que se cumple y se realiza. Este es, entonces, el momento que define lo esencial del acontecimiento literario, la “orientación” de sus políticas: “políticas del “despoder”, es decir, de la suspensión y el desplazamiento […]. La literatura, en tantoacontecimiento, es esencialmente […] contra-efectuación: un acto que priva a todo enunciado discursivo de su poder de afirmación” (41). Dicho de otro modo, la literatura “no representa al mundo” sino que “lo presenta de un modo inaudito, vaciándolo de todos los sentidos que se le han atribuido sin proponer a cambio sentidos nuevos” (45). Fuera de toda finalidad, de toda justificación, la...