Intimidad y sacralidad

Intimidad, sacralidad.
José Luis Pardo, filósofo y ensayista de la Universidad Complutense de Madrid, nacido en Madrid en 1954, ha publicado alrededor de quince libros y cuarenta y cinco artículos en revistas, además de colaboraciones con otros autores. La presente relatoría trata sobre El saber de sí, apuntes para una fenomenología del espíritu íntimo, capítulo segundo de su libro LaIntimidad, publicado en 1996.
Pardo propone una investigación alrededor del tema de la intimidad, ¿qué es la intimidad? ¿Posee la intimidad un carácter positivo o negativo? ¿Es posible expresar la intimidad? En la intimidad (Con-)sagrada, tras haber definido el momento de la intimidad de la mismidad, que se explica por medio de la gemelaridad: una mismidad que comparte dos espacios al mismo tiempo, ydifiere de un ser único que así sea engendrado de otro ser, solamente comparte con el otro tiempo mismo, aun siendo completamente distinto a él, el autor explica el segundo momento de la intimidad, la alteridad, este momento se refiere a la condición de multiplicarse en otros, y se enfoca en la relación de uno con otro. De alguna manera esto está mediado por el tiempo, ya que este impide al yocentrarse en el presente porque es el mismo yo del pasado y del futuro.
El tiempo nos altera y nos convierte en otros, sin embargo el autor afirma que esta relatividad de la alteridad limita mucho el concepto del Yo en otros, porque en el momento en que percibimos al yo pasado y prevemos el yo futuro eso se convierte en parte de nosotros mismos y no del otro, es por esto que el texto se enfocaahora en la alteridad absoluta, aquella que resulta de una manera más radical en la medida en que “El otro es otro para mí de un modo inconmensurable” e irreversible, ya que asume al otro como un pasado que nunca se tuvo y un futuro que nunca se tendrá, al relacionarlo con la finitud del ser, esto sería posible antes del nacimiento y después de la muerte.
El autor pone como ejemplo la relaciónfrente al tiempo que tienen los padres y los hijos. Aunque la persona sea engendrada en el tiempo de los progenitores, esa persona ya nació en un tiempo distinto al de ellos y eso lo convierte en diferente y único ante la humanidad misma, y a la vez vivirá su propio tiempo.
De esta manera la relación del tiempo con la “otredad” se explica desde el tiempo íntimo. Lo que para mí significademasiado tiempo, para otra persona puede ser un mínimo del mismo tiempo, igual que el tiempo del amor o de la amistad, por eso es que el tiempo no es cronométrico. Este tiempo y las horas, cada una totalmente distinta a la otra, son las que ubican al Yo como otro y que lo llevan a la multiplicación del ser. Es por eso que no puedo parecerme a mi papá como él no podrá parecerse a mí ya que al sertan distinto el tiempo de cada uno, por más de que lo compartamos, la heterogeneidad del mismo, me ubican en un “pasado inmemorial y ante un futuro imprevisible”
Pardo habla de que tenemos a otro en nosotros mismos, un ser abyecto, un monstruo del que no somos conscientes que tiene su propio tiempo, un Yo del que no nos damos cuenta y que observa pasivo al otro Yo que sí reconocemos.
Deesta manera la alteridad y el desconocimiento de ella misma es lo que impide al yo develarse como único. Esto hace referencia a la vida no vivida; cada uno tiene a un sinnúmero de yoes dentro de su propio yo, pero ninguno de esos es el verdadero, porque este que es el único está escondido sin ser reconocido.
Más adelante, Pardo afirma que “uno y otro suenan, resuenan, consuenan, o disuenansegún el ritmo de las horas asincrónicas”. De alguna manera vivimos lo de otros porque tenemos una constante ambigüedad del concepto del yo único. Según el autor, el único se encuentra en el otro, es decir es lo inhumano de mi propio ser. El gesto sería entonces, una revelación de lo inhumano, ya que normalmente el tiempo le da características físicas y humanas al rostro, y cuando el...