Intolerancia e Identidad
Por: Fr. Álvaro Pérez Castro, OFM.
Cuando hablamos de tolerancia y respeto a lo diferente, a lo diverso, a lo “otro”, nos pueden surgir una infinidad de reflexionessobre las consecuencias de la falta de estos “valores”, o también sobre las raíces de la carencia del sentido del respeto a “lo que no soy yo”. ¿Por qué le resulta tan difícil a la persona individual o aun grupo social, el mantener relaciones armónicas, así como el establecer un ambiente propicio para el diálogo? ¿por qué incomoda la confrontación espontánea con el otro y con su específicasingularidad? ¿por qué es tan complicada, confusa y cambiante la respuesta a dichas interrogantes? ¿quién “es” el intolerante?. La intolerancia resulta del desconocimiento mismo de la respuesta a dichapregunta. No sabemos quiénes somos.
Un punto de partida puede ser la reflexión personal sobre nuestra manera de mirar al otro, dicha mirada estará condicionada por una serie de criterios heredados yasimilados propios de la cultura en que vivimos. Una actitud o postura hostil ante lo distinto entre nosotros, es en parte producto de una crisis de identidad, personal y colectiva. En este sentido, elfilósofo mexicano Luis Villoro ha descrito dicha realidad especialmente en su libro “Estado plural, pluralidad de culturas”. Al hablar sobre el término “identidad”, Luis Villoro menciona que la identidad,ya sea de un individuo así como de un pueblo, hay que tratarla en dos niveles semánticos. En un primer nivel, la identidad sería el conjunto de características o notas que le dan singularidad a unobjeto ante los demás y que permanecen en él. Este nivel no es suficiente para profundizar en el sentido pleno del término. El segundo nivel se relaciona con la identidad propia de cada individuo o pueblocon respecto a sí mismo, es decir, el conocimiento del “sí mismo” de cada uno de nosotros.
Habiendo dejado claro este doble sentido de la identidad, se puede decir que una cosa es el poder...
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