Por Edgar Morin. Nunca pude, a lo largo de toda mi vida, resignarme al saber parcelarizado, nunca pude aislar un objeto del estudio de su contexto, de sus antecedentes, de su devenir. He aspirado siempre a un pensamiento multidimensional. Nunca he podido eliminar la contradiccin interior. El presente texto es una compilacin de ensayos y presentaciones del pensador frances Edgar Morin realizadasentre 1976 y 1988, los aos durante los cuales su mtodo comienza a cobrar como estructura articulada de conceptos. Es una introduccin ideal a la obra de este hombre cuya desmesurada curiosidad intelectual y pasin tica evocan aquel apelativo de genio numeroso que Ernesto Sbato dedicara a Leonardo. El dilogo estimulador del pensamiento que Morin propone a todos los que, ya sea desde la ctedra o losmbitos ms diversos de la prctica social, desde las ciencias duras o blandas, desde el campo de la literatura o la religin, se interesen en desarrollar un metodo complejo de pensar la experiencia humana, recuperando el asombro ante el milagro doble del conocimiento y del misterio, que asoma detrs de toda filosofa, de toda ciencia, de toda religin, y que ana a la empresa humana en su aventura abiertahacia el descubrimiento de nosotros mismos, nuestros lmites y nuestras posibilidades. Vivimos un momento en el que cada vez ms y, hasta cierto punto, gracias a estudiosos como Edgar Morin, entendemos que el estudio de cualquier aspecto de la experiencia humana ha de ser, por necesidad, multifactico. En que vemos cada vez ms que la mente humana, si bien no existe sin cerebro, tampoco existe sintradiciones familiares, sociales, genricas, tnicas, raciales, que slo hay mentes encarnadas en cuerpos y culturas, y que el mundo fsico es siempre el mundo entendido por seres biolgicos y culturales. Al mismo tiempo, cuanto ms entendemos todo ello, ms se nos propone reducir nuestra experiencia a sectores limitados del saber y ms sucumbimos a la tentacin del pensamiento reduccionista, cuando no auna seudocomplejidad de los discursos entendida como neutralidad tica. Cuando nos asomamos a entender el mundo fsico, biolgico, cultural en el que nos encontramos, es a nosotros mismos a quienes descubrimos y es con nosotros mismos con quienes contamos. El mundo se mover en una direccin tica, slo si queremos ir en esa direccin. Es nuestra responsabilidad y nuestro destino el que est en juego. Elpensamiento complejo es una aventura, pero tambin un desafo. Introduccin Legtimamente, le pedimos al pensamiento que disipe las brumas y las oscuridades, que ponga orden y claridad en lo real, que revele las leyes que lo gobiernan. El trmino complejidad no puede ms que expresar nuestra turbacin, nuestra confusin, nuestra incapacidad para definir de manera simple, para nombrar de manera clara, paraponer orden en nuestras ideas. Al mismo tiempo, el conocimiento cientfico fue concebido durante mucho tiempo, y an lo es a menudo, como teniendo por misin la de disipar la aparente complejidad de los fenmenos, a fin de revelar el orden simple al que obedecen. Pero si los modos simplificadores del conocimiento mutilan, ms de lo que expresan, aquellas realidades o fenmenos de lo que intentan darcuenta, si se hace evidente que producen ms ceguera que elucidacin, surge entonces un problema cmo encarar a la complejidad de un modo no-simplificador De todos modos este problema no puede imponerse de inmediato. Debe probar su legitimidad, porque la palabra complejidad no tiene tras de s una herencia noble, ya sea filosfica, cientfica, o epistemolgica. Por el contrario, sufre una pesada tarasemntica, porque lleva en su seno confusin, incertidumbre, desorden. Su definicin primera no puede aportar ninguna claridad es complejo aquello que no puede resumirse en una palabra maestra, aquello que no puede retrotraerse a una ley, aquello que no puede reducirse a una idea simple. Dicho de otro modo, lo complejo no puede resumirse en el trmino complejidad, retrotraerse a una ley de complejidad,...
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