introduccion
Dentro de todo ello nosencontramos a nosotros mismos tanto como alumno o como profesor, en cualquier caso los principios a aplicar son los mismos.
Estos principios no son algo nuevo, ni exclusivo de alguien de nuestraprofesión. Estos principios son aplicables tanto para aprender la más complicada táctica de asalto, como la más díficil de las katas, como la más sencilla sencilla de las coreografías de aerobic o de balletclásico.
Son principios que están en nosotros mismos, en nuestra forma de existir y reaccionar con el entorno. Sin ellos el hombre prehistórico no hubiera podido sobrevivir.Pero mientras hasta hace muypoco tiempo pensabamos que las cosas son así por que sí, hoy en día hemos logrado compartimentar nuestro sistema interior de aprendizaje y mejorarlo según nuestras capacidades o de nuestro alumno.Vayamos por partes. Cualquier conductor veterano realiza una serie de acciones automáticas durante la conducción que no necesitan del pensamiento consciente. Por ejemplo, en el recorrido habitual decasa al trabajo llegamos a cambiar de marcha una gran cantidad de veces, de forma natural y sin pararnos a pensar en ello, pudiendo ir conversando con alguien a nuestro lado sin que disminuya nuestracapacidad.
Ahora bien, ¿y ese mismo gesto de cambiar de marcha cuando eramos conductores noveles? ¿Era tan sencillo? No ¿Verdad?
Primero pensabamos en cambiar de marcha, si era necesario o no, sireduciamos o acelerábamos, que marcha metíamos, cual era el movimiento de muñeca necesario, y todo esto intentando mantener nuestro vehículo en la parte asfaltada de nuestros respectivos paises.¿Exagero? Por lo menos en mi caso, no.
Ahora apliquemos ese mismo razonamiento a nuestro aprendizaje táctico y/ con armas. Los problemas son los mismos.
Para entender la forma en la que aprendemos y...
Regístrate para leer el documento completo.