Introducción A La Historia Socio Económica De Colombia

PRIMERA SESIÓN 

"La mayoría de las personas no sabe leer, y la mayoría no sabe bien por qué lee. Los unos ven en la lectura un camino difícil aunque ineludible hacia la cultura. Los otros consideran la cultura una diversión, fácil, con la que matar el tiempo y en el fondo les es indiferente lo que leen con tal que no les aburra"
Herman Hesse

1. Realice la lectura del texto: NUESTRO MEDIOES NUESTRO EDUCADOR.

"NUESTRO MEDIO ES NUESTRO EDUCADOR"

Paúl Valéry (Poeta y escritor francés (Séte. 1871 - París, 1945). Sus poemas ( Ja gran perfección formal al estilo de Mallarmé, se caracterizan por la plasticidad de sus imágenes y una rica simbología. Los más destacados son: La juventud parca y El cementerio marino).

La educación no se reduce a la infancia y a la adolescencia. Laenseñanza no se limita a la escuela. Durante toda la vida, nuestro medio es nuestro educador, y un educador a la vez severo y peligroso. Severo, porque los errores aquí se pagan más
seriamente que en los colegios, y peligroso, porque ni siquiera tenemos conciencia de esta acción, buena o mala, del medio y de nuestros semejantes. Aprendemos algo a cada instante; pero estas lecciones inmediatas sonen general imperceptibles. Estamos hechos, en gran parte, de todos los acontecimientos que nos influenciaron; pero sólo distinguimos los efectos que se acumulan y se combinan en nosotros. Veamos un poco más de cerca cómo esta educación por el azar nos modifica.

Distinguiré dos clases de lecciones accidentales de todos los instantes: las unas, que son las buenas, o, al menos, podrían serlo, sonlas lecciones de cosas, que son las experiencias que se nos imponen, los hechos que son directamente observados o padecidos por nosotros mismos. Cuanto más directa es esta observación, cuanto más directamente percibimos las cosas, o los acontecimientos, o los seres, sin traducir inmediatamente
nuestras impresiones a clichés, a fórmulas hechas, tanto más valor tienen estas percepciones. Añado -y noes una paradoja- que una percepción directa es tanto más preciosa cuanto menos sepamos expresarla. Cuanto más hace fallar los recursos de
nuestro lenguaje, más nos obliga a desarrollarlos.

Tenemos en nosotros toda una reserva de fórmulas, de denominaciones, de locuciones, completamente hechas, que son de pura imitación, que nos liberan de la preocupación
de pensar, y que tendemos a tomarcomo soluciones válidas y apropiadas.

Muy a menudo respondemos a lo que nos golpea con palabras de las que no somos sus verdaderos autores. Nuestro pensamiento -o lo que tomamos por nuestro pensamiento- no es entonces más que una respuesta automática. Por ello difícilmente puede uno
creerse a sí mismo bajo palabra. Quiero decir que la palabra que se nos viene a la mente, generalmente no esnuestra.

¿Pero de dónde viene? Es aquí cuando se manifiesta el segundo género de lecciones del que hablaba. Son aquellas que no son dadas por nuestra experiencia personal directa, sino que las recibimos de nuestras lecturas o por boca de otro.

Lo sabéis, pero tal vez no lo habéis meditado suficientemente, hasta qué punto la era moderna es hablante. Nuestras ciudades están cubiertas de escriturasgigantescas. Hasta la noche está poblada de palabras de fuego. Desde por la mañana, innumerables
hojas impresas están en manos de los transeúntes, de los viajeros en los trenes, de los perezosos en sus camas. Basta girar un botón en el cuarto para escuchar las voces del
mundo, y a veces las voces de nuestros maestros. En cuanto a los libros, nunca se habían publicado tantos. Nunca se ha leídotanto o más bien hojeado tanto.

¿Qué puede resultar de este exceso? Los mismos efectos que describía anteriormente; pero ahora es nuestra sensibilidad verbal la que es violentada, debilitada, degradada...
El lenguaje se agota en nosotros.

El epíteto se ha depreciado. La inflación de la publicidad ha hecho descender a cero el poder de los adjetivos más fuertes. El elogio y hasta la injuria...