Inversiones Millonarias En Dignidad
Haití, el país más pobre de América, en el último año ha tenido que hacer frente a los estragos de un terremoto y de la epidemia del cólera. Hace unos días hetenido la oportunidad de visitar esta tierra y he recorrido una de sus comunidades fronterizas, Los Cacaos. He visto a niños y niñas caminando desnudos, cargando depósitos de agua contaminada bajo unsol inclemente; a mujeres ir a pie muchos kilómetros, sobre una intransitable carretera, para conseguir algo de agua y así preparar unas galletas con un poco de barro y sal; a varones malnutridos quehacen esfuerzos para trabajar.
–Lo que ves ahora no es nada –me decía una misionera dominica brasileña–. Hace unos meses observaba a haitianos caer muertos por la epidemia del cólera. El hospitaldominicano de la frontera estaba abarrotado y se veía enfermos hasta en las calles, y no había manera de frenar eso. Así, ¿cómo puede uno pedirle a la gente que tome precauciones contra la enfermedad,si no tienen agua potable?
Sus palabras acongojaron mi corazón. Pensaba en lo fatal que debió ser, pues además de la gran pobreza, había que enfrentarse a una terrible epidemia. A las escenas denecesidad y desolación, se sumaron otras que aún retumban en mi mente: las de deforestación.
En Los Cacaos algo llamó poderosamente mi atención: unos grandes contenedores de agua, de color negro y conun cañito en la parte inferior, que rompen con el panorama.
Esos contenedores están allí porque, con financiamiento extranjero, se aprobó un proyecto para la construcción de acueductos que llevenagua a esos grandes recipientes desde una fuente cercana y así permitir que la población tenga acceso al líquido elemental. Sin embargo la empresa ejecutora del proyecto no ha construido losacueductos; para disimularlo, paga a los haitianos y haitianas para que carguen agua en baldes y llenen los contenedores; de ese modo, a la hora de justificar el proyecto, le bastará con presentar una...
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