Inversión extranjera directa como motivador de crecimiento económico y motor de la competitividad internacional
Primero que todo hay que tener claro que la IED está definida como “la inversión en un país que supone una relación a largo plazo y el control de una empresa por partede los inversores no residentes. Se trata de la suma del capital en acciones, la reinversión de las ganancias, otros capitales a largo plazo y el capital a corto plazo como figura en la balanza depagos” (Glosario de términos – Informes de desarrollo humano, UNICEF).
Hallamos diversas razones para que una empresa o los inversionistas decidan invertir su capital en otro país. Gran parte de losargumentos que han justificado la IED pueden agruparse bajo tres objetivos básicos: el intento de participar en nuevos mercados, aumentar la eficiencia productiva a través de reducciones de costos y elintento de explotación de ciertos activos estratégicos.
Sin embargo, la IED no siempre fue vista de buena manera por los gobiernos a tal punto que muchos de estos implementaban políticas queintentaban minimizarla o anularla. Esta visión negativa de la IED alcanzó una de sus máximas expresiones en la Decisión 24 del Acuerdo de Cartagena adoptada por el Pacto Andino. Ella establecía que todaempresa surgida de una inversión externa debía llegar en un límite de 10 años a ser controlada por capitales nacionales.[1]
Pero todas estas nociones acerca de la IED han cambiado con el paso del tiempo ymuchos de los países en vía de desarrollo empezaron a surgir en el ámbito del comercio internacional e incrementado su competitividad por la implementación de políticas que atraen a los inversores...
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