Investigación policial y torturas

“Investigación policial y torturas”

Autor: Licenciado en Psicología, Rolando Arbesun Rodríguez[1].

Eje Temático: Justicia y Derechos Humanos

Resumen:
El presente trabajo describe los problemas institucionales asociados a la investigación policial, las prácticas policíacas y la utilización de las técnicas de tortura.
Forma parte de un texto más amplio que ha sido resumido para supresentación en estas jornadas.

“Investigación policial y torturas”

“Nadie debe ser sometido a torturas, ni a penas y tratos inhumanos y degradantes”. Articulo 5.2 (primera parte) Pacto de San José de Costa Rica sobre derechos humanos.

Introducción:
Cualquier análisis que se realice actualmente sobre los aspectos administrativos y procesales de la justicia penal, conduce inevitablemente alInstituto Policial porque es allí, donde se inicia el proceso penal, en primer lugar por la denuncia y a continuación por la ejecución de la investigación para la recolección de pruebas.
Aparece acá una situación de importancia vital para el desarrollo de la indagatoria y es la referida a la amplia permeabilidad del proceso a formas no policiales ni judiciales de investigación.
La cuestión es: ¿Laindagatoria policial permite una participación investigativo no policial o fuerza y reconduce todo el proceso en función de sus objetivos institucionales?
“Detengan a la policía”:
“Un hecho es seguro: la única manera de evitar en gran parte la tortura es impedir a la policía la realización de interrogaciones al sospechado de delitos”.[2]
Nuestros países tienen una larga experiencia histórica,en relación con detenciones masivas y torturas selectivas.[3]
Durante los años del periodo dictatorial en el Uruguay dos hechos se asociaron con particular fuerza:
• La detención sin orden legal.
• La tortura como técnica.
Entre otros factores este periodo da cuenta del hiperbólico desarrollo de los aspectos organizacionales de la Policía y los servicios especiales del Ejercito, endetrimento de la dimensión institucional, que hoy, de algún modo se pretende transformar y actualizar.[4]
Las practicas de detención prolongadas no han desaparecido del panorama cotidiano, cuentan incluso con modalidades de anuencia por parte de los jueces, que emiten las ordenes, legitimando en una dudosa acción legal la suspensión de los derechos de los detenidos al subordinarlos a las peripeciasde la investigación policial.
Ello provoca además, la configuración de una extraña figura que reconduce a los términos personales la investigación, el detenido frente al policía, personificación de un conflicto social, el que debe doblegar y ello lo muestra eficiente; y el que debe ser doblegado porque ello lo torna posible sujeto jurídico.
En la practica, aun en los casos en que se evidencie lailegalidad de la detención prolongada, la evidencia no se transforma en una interpelación al procedimiento policial, sino que queda subsumida o restringida dentro de las llamadas dificultades de una lógica investigativo institucionalizada, o en la forma de individuación, que deja intacto el cuestionamiento de la función policial: el acto se reduce a una recomposición administrativa, de registrointerno.[5]
Sobre este campo, la tortura, que no forma parte de las normativas en los procesos modernos se produce y se silencia, convirtiéndola en una suerte de acontecimiento metafísico de difícil carácter probatorio.
Denunciar una tortura policial y probarla luego, se torna un imposible, porque la interpelación del ciudadano alcanza no solo a la institución policial, sino al resto de loscomponentes del proceso investigativo.
Lo que prima en esta interpelación es la prioridad de la indagatoria por la relevancia del hecho delictivo; esta disociación de la practica investigativo transforma al proceso en un campo corporativo, superponiéndose la institucionalidad a los derechos que dicha institucionalidad debe proteger.
La institución funciona corporativamente manteniéndose bajo los...