Investigacion


Cuento corto:
Mi amor por ti.
Esa noche de invierno me desperté exaltado de un sueño donde la perdía, salí hacia la calle buscando su rostro, la lloraba, la necesitaba. Camine hacia su casa mire por la ventana y la vi, entre sus ropas llevaba a otro hombre, en su piel clara otra piel marcaba sus huellas. Sentí como dentro de mi todo se rompía, como poco a poco mi cuerpo era controlado por larabia y la desesperación de haberla perdido, de que fuera de otro y no completamente mía, odiaba sentir como se apartaba su cuerpo de mi sin dejarme tocarlo, entré, botando todo lo que en mi paso encontraba, abrí la puerta viendo sus rostros de expectación, el corrió, se percato de mi descontrol, abrió la ventana y escapo vestido solo con un pantalón. Me acerque a ella y la bese, ella trato deescapar de entre mis brazos pero su cuerpo frágil y desnudo no podía luchar contra mi perturbación, la tome con más fuerza de sus brazos y la mire, sentí su miedo junto con el silencio de aquella habitación, no quería que sintiera miedo, quería que me amara pero sus ojos no disimulaban el temor y la pena que sentía por mí, la solté, mi desilusión ya no me dejaba sostenerla, ella cayo a la cama y meobservo desde ahí sin huir, yo me senté a su lado desorientado, con pensamientos desteñidos, ella tomo mi rostro con sus suaves manos y me hablo.
- Martin entiende, debemos volver a la clínica no puedes salir de ella hasta que no comprendas que no puedes amarme de esa manera, no puedes amar a tu madre de esa manera.
Novela:
Anónimo:
"...Fue un shock tan repentino, que Nicolás sintió cómo suspulmones se vaciaban del vital oxígeno, cómo sus diminutas fuerzas le abandonaban y cómo su palpitar era tan fuerte que retumbaba en sus sienes, haciendo un perfecto compás con aquel pitido que saliendo del monitor cardíaco ubicado a su izquierda, llegaba a cada rincón de la pequeña habitación.
A aquel ascendente ruido se unieron unos pasos acelerados. Tras un portazo escuchó lejanamente la voztranquila pero enérgica del doctor Gonzales brindando unas instrucciones a su enfermera que no pudo entender, pero la repetición de la palabra Salbutamol, le hizo confiar en la eficacia del mismo y preguntarse cómo es que ella logra escucharlo si habla tan pero tan bajo.
– Hey estoy acá, ¿Dónde se han ido? Ayudenmeeee!!! – Gritó con todas sus fuerzas, o al menos eso intentó, pues sus labios noobedecieron y de su boca no salió ni el más leve sonido. El pánico le inundo aun más. Intentó ponerse en pie para buscar ayuda, pero al igual que sus labios sus piernas se rehusaron a obedecer y permanecieron tan inmóviles como si fueran un objeto inanimado más en aquel frio cuarto.
El temor que sentía al no poder moverse ni hablar, hizo que se olvidara por un momento de aquel incesante dolor en sucabeza y en su pierna, al percatarse de que había desaparecido se sintió lo suficientemente tranquilo como para notar que su corazón tampoco le atormentaba con su sonoro latido.
–Creo que si me escucharon después de todo. – Pensó y sonrió en su mente, pues sus labios seguían en su rígido estado, como si hubieran sido esculpidos en piedra sobre su rostro. Se sintió en paz. Ya no le importóencontrarse en ese estado, se encontró a si mismo feliz y cómodo y un silencio profundo llenó cada espacio de su mente, cada poro de su piel, cada célula de su cuerpo.
Entonces algo que Nicolás no pudo procesar distrajo aquel estado de paz absoluta, sin poder explicar cómo o por qué, supo que ya no se encontraba solo en aquella blanca inmensidad. Intrigado buscó la procedencia de aquella presencia. Sutemor se esfumó de inmediato y sintió una inmensa alegría y emoción al reconocer la familiaridad de su compañía.
– ¿Eres tú?
–Sí Nico, soy Yo.
– ¿Por qué me has dejado tan solo?
– ¿Por qué me has dejado tan sola tu a mí?
– No amor, tienes razón. Nunca estamos solos, es solo que nuestros ojos no sirven para vernos y la vida es tan ruidosa y absorbente que el corazón no tiene tiempo de...