investigacion

ESTADO, MERCADO E INTERÉS PÚBLICO EN SOCIEDADES EN TRANSICIÓN
Fernando Bazúa
UAM-ó
México

Ponencia preparada para el Seminario Regional “Política y Políticas Públicas en los procesos de Reforma en América Latina: similitudes y diversidades”, organizado por la CEPAL y por la FLACSO, Sede México, en la Ciudad de México del 26 al 28 de noviembre de 2003.

A manera de introducción.

Lacaracterística más sobresaliente de la economía internacional desde 1982 ha sido su acelerada mundialización orgánica. Esta ha implicado, entre otros procesos, la “planetarización“ (globalización) de los mercados relevantes, especialmente del financiero. Ello ha modificado radicalmente el contexto externo de la toma de decisiones gubernamentales y el ambiente general de negocios para la toma dedecisiones empresariales, especialmente en el caso de los estados periféricos, en general afectados aún por la crisis de sobreendeudamiento gubernamental y de incapacidad estructural de crecimiento autosostenido que explotó precisamente en 1982, y en el caso de los estados ex-socialistas, que protagonizan desde 1991 un proceso sin precedente de transición a la modernidad estatal (estado liberal yeconomía de mercado desestatizada).
Este nuevo contexto externo impone, sobre todo en estos casos, castigos inmediatos y mediatos a cierto tipo de políticas, decisiones y acciones gubernamentales e, implícita o explícitamente, incentivos para otros tipos. De esta manera, la mundialización, en tanto nuevo contexto externo universal, ha inducido, induce e inducirá una elevación significativa de lacalidad de los estados nacionales, entendida como su idoneidad sistémica para garantizar los “mínimos de eficiencia e inteligencia” en la gestión estatal que, en el largo plazo, exige ahora su operación en condiciones de “economía abierta”.
La articulación de los castigos e incentivos externos mencionados obliga a las élites estatal nacionales a protagonizar dos grupos de procesos:
Uno, lapromoción de una metamorfosis de la práctica estatal (configuración institucional jurídico-política y políticas gubernamentales) que garantice, en el corto plazo, el equilibrio fiscal y, en el mediano plazo, la “descarga“ del gasto y del ingreso públicos de las zonas de ineficiencia acumuladas, en especial, liberando recursos públicos suficientes para atacar las múltiples dimensiones del atrasosocial, desarrollando políticas correctivas de las ineficiencias sistémicas de los mercados y garantizando condiciones institucionales internas competitivamente óptimas, en términos internacionales, para atraer inversión extranjera. En suma, aboliendo las distorsiones estatales de la eficiencia socioeconómica general y del potencial de crecimiento económico nacional.
Dos, la promoción de un procesoacelerado de absorción, recreación y difusión de las múltiples dimensiones de la nueva revolución tecnológica en curso a todo lo largo y ancho del tejido organizacional de la economía nacional, de manera de inducir los saltos cualitativos tanto en la eficiencia comparativa internacional de la misma como en la productividad media del trabajo, que exigen ahora tanto el mejoramiento de la distribucióndel ingreso (cuestión urgente en los estados periféricos y más aún en aquellos sobreendeudados) como, sobre todo, el crecimiento económico autosostenido en el largo plazo.
El grado en que las élites estatal nacionales sirvan al interés público en el crecimiento económico (que puede presumirse preexistente en todas las sociedades modernas), depende por completo de su capacidad de teneréxito en estos dos procesos. Sin duda, han encontrado, están encontrando y encontrarán diversos y poderosos obstáculos internos de todo tipo. En buena parte, porque ello supone modificar el esquema tradicional de acumulación de capital, los arreglos político-económicos entre el establecimiento buropolítico y los agrupamientos socioeconómicos claves en los que tal esquema se ha sustentado en cada...