investigaciones




Historia eclesiástica
Edad contemporánea
Desde la revolución francesa (1789) y continúa en nuestros días

Presentación
“Una colcha de retazos”
En el trimestre agosto a octubre de 2013, los estudiantes de II y III de Filosofía del Seminario Diocesano “María Inmaculada” de Garzón (Huila), analizaron algunos de los acontecimientos de la edad contemporánea en la historia de laIglesia. Debido a la mezquindad del tiempo no se pudo ni siquiera mencionar algunos hechos importantes como el avance misionero de la Iglesia en este período. Se tuvieron en cuenta solamente algunos hechos que, nos parecieron que no se podían dejar de mencionar y que, constituyeron los retazos de la colcha.
La colcha bien se puede llamar “Historia de la Iglesia en la edad contemporánea”. Losretazos se consiguieron principalmente en Internet y algunos en libros de Historia Eclesiástica. Para facilitar el estudio de esta asignatura se elabora esta colcha con la esperanza de que nos será útil y principalmente que nos ayudará a enamorarnos cada día más de la Iglesia, “la buena mamá que nos indica el camino a recorrer en la vida, que sabe ser siempre paciente, misericordiosa, comprensivay que sabe ponernos en las manos de Dios” (Francisco 18.IX.13). Es nuestra madre en la fe, en la vida sobrenatural (cf. Lumen gentium, 6, 14,41,42). Es made porque engendra en nosotros la nueva vida de hijos de Dios. El sacerdote está llamado a vivir como hijo de la Iglesia, pero al mismo tiempo a expresar en su ministerio esta realidad de la Iglesia como Madre: su ministerio debe encarnar elafecto materno de la Virgen María y de la Iglesia al cooperar a regenerar a los hombres en la vida de Dios (cf. Lumen gentium, 65).
Pero para el sacerdote ministro, esta Madre Iglesia es además esposa, porque en virtud de la configuración con Cristo recibida en la ordenación sacerdotal, participa en el misterio de Cristo Siervo y Esposo de la Iglesia. Apresado por Cristo Jesús hasta el abandototal de sí mismo en Él, el sacerdote se congigura más perfectamente a Cristo también en el amor con que el Eterno Sacerdote ha amado a su Cuerpo, la Iglesia, ofreciéndose a sí mismo todo por ella, para hacer de ella una Esposa gloriosa, santa e Inmaculada (Sacerdotalis caelibatus, 26). Por tanto, el sacerdote se encuentra en esta situación esponsal ante la Iglesia y está llamado a revivir en suvida espiritual el amor de Cristo Esposo con la Iglesia esposa. Su vida debe estar iluminada y orientada también por este rasgo esponsal, que le pide ser testigo del amor de Cristo como Esposo (Pastores dabo vobis, 22). La Iglesia por su parte desea ser amada por el sacerdote como lo fue por Jesús, con amor virginal, esponsal, total, exclusivo, estable y perenne (Sacerdotalis Caelibatus, 24).Cuandoel sacerdote no tiene conciencia del misterio de la Iglesia, no encuentra el sentido de su ser y de su misión, con repercusiones negativas para él y para las comunidades que está llamado a pastorear. Por eso tenemos que tener en cuenta lo afirmado por el próximo Beato Pablo VI en su genial documento Sacerdotalis caelibatus: “Adquiera un sentido cada vez más profundo del misterio de la Iglesia,fuera del cual su estado de vida correra el riesgo de aparecerle sin consistencia e incongruente (n. 75).
Se concluye este escrito, hoy 15 de octubre, cuando celebramos la memoria obligatoria de Santa Teresa de Jesús, Doctora de la Iglesia. Ella que vivió del todo para la Iglesia, como lo comprueban estas frases: “En este tiempo vinieron a mi noticia, los daños de Francia y el estrago quehabían hecho estos lut,eranos y cuanto iba en crecimiento esta desventurada secta. Dióme gran fatiga, y como si yo pudiera algo o fuera algo, lloraba con el Señor y le suplicaba remediase tanto mal… Y como me vi mujer y ruín e imposibilitada de aprovechar en lo que yo quisiera en el servicio del Señor, y toda mi ansia era, y aún es que pues tiene tantos enemigos y tan pocos amigos, que esos fuesen...