Investigador, Maestro
La religión es esencial para soñar…
¿Cuál opio del pueblo?
Sábado 5 de enero, 2013, 10:15 am, SD.
Arriba, Karl Marx, filosofo, escritor e intelectual alemán, autor de la célebre obra El Capital (tratado en tres volúmenes; el primero se publicó en Hamburgo en 1867; el segundo y el tercero fueron publicados por Federico Engels (1820-1895)después de la muerte del autor, en 1885 y en 1894, respectivamente), y de la famosa frase La religión es el opio del pueblo. En medio, dos fotos de Daniel Bell, sociólogo y escritor nacido en Nueva York en 1919, judío, de joven ateo y socialista marxista, muerto en 2011 a los 91 años de edad, que rectificó su camino cuando se preguntó ¿A quién estoy engañando? Al fondo Mark Lilla (Detroit, 1956),catedrático de Humanidades en la Universidad de Columbia, NY, amigo y discípulo de Bell y escritor acucioso, con ángel y carisma.
Desde el 27 de diciembre que salimos solos de viaje Ofelia y yo nunca encontré tiempo para escribir, pero sí para comer mole, romeritos, tortas de bacalao, tomar muchos tragos, conversar con amigos, escuchar música de banda y trepar aviones y autos bajo una lluviaque los rancheros llaman cabañuelas. Solo me metí al internet para hacer varias operaciones financieras, y así sacar “el chivo” con el que vivo. Estamos sanos y felices de nuevo a San Diego y hoy sábado 5 reanudo estos DIARIOS. Mis mejores deseos son que todos los luperos --y luperas-- escriban más este año y tengan mejor salud y trabajo, las bases de la vida. Del amor diré que quien ama lo tienetodo. Como dice San Pablo a los Corintios: El amor es comprensivo, el amor es servicial y no tiene envidia; el amor no es presumido ni se envanece; no es mal educado ni egoísta; no se irrita ni guarda rencor; no se alegra con la injusticia, sino que goza con la verdad. Disculpa sin límites, cree sin límites, espera sin límites, soporta sin límites. El amor no pasará jamás. ¡Estas bellas palabraslas escuchamos en una boda en Culiacán, donde estuvimos solo unas horas!
En varias cartas nos saludan a todos los que integramos esta comunidad lupera por el inicio del 2013, en dos cartas me piden orientación sobre el mercado de valores, un académico comenta el potencial de la economía mexicana, pero una carta --enviada por la columnista octogenaria Amita Fontes Ruiz, radicada en Miami, fiellectora desde el inicio-- captó mi atención. Dice la cubana-americana que cree conveniente que expliquemos en estos DIARIOS las diferencias entre comunismo, socialismo y capitalismo, a la luz de lo observado en el siglo XXI. Y el papel de Dios y la religión en esos sistemas económicos. Opina que ‹las economías socialistas, centralizadas y burocratizadas son un desastre debido al ateísmo, a lafalta de pluralidad y de libertad de movimiento y de culto, y a la poca certidumbre de recuperar cualquier inversión y esfuerzo personal›.
Al revisar mis archivos encontré una opinión que leí en The New York Review of Books (Abril 7, 2011) de por qué fracasó el socialismo marxista. Fue escrita por el profesor de la Universidad de Columbia, en Nueva York, Mark Lilla, como un homenaje a sumaestro de sociología, Daniel Bell, en ese entonces recién fallecido. Lilla es especialista en lo que él llama teología política. Dice que los debates que hoy se dan en EEUU en torno a la religión y la política resultan sorprendentemente provincianos. Escribe lo siguiente: ‹Haber tenido un dios que te haya fallado constituye en la vida una gran ventaja. Nada humano --y ciertamente nada moderno--, teresultará ajeno. El dios que le falló a Daniel “Dan” Bell (1919- 2011) fue el socialismo marxista. El dios que me falló a mí fue Dios. Cuando conocí a Dan en Harvard en 1979, yo acababa de salir de la bruma del fanatismo pentecostal que enturbió mi adolescencia y mis primeros años como veinteañero. Conocía y no había leído otra cosa más que la Biblia, que había absorbido, no estudiado. Había...
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