investigativo

Capitulo V.
Hall creía, por lo tanto, que la escuela secundaria, más que la primaria, proporcionaba el escenario apropiado para hacer tales innovaciones "progresivas" como otorgar a losalumnos una gran libertad en la elección de métodos y fines.
Los más prominentes analistas de las tendencias de las sociedades contemporáneas coinciden en señalar que el siglo XX hasido corto y terminó en 1989 (Hobsbawm, 1995). A partir de esa fecha los procesos de todas las latitudes se han ido articulando e interpenetrando de manera aún más decidida que en periodosanteriores. Los procesos de globalización que datan de los inicios mismos de la modernidad en el siglo XV, están alcanzando una profundidad y una extensión hasta hace poco tiempoimpensables.

Tal es el avance de esos procesos, que muchos autores se preguntan si no estamos asistiendo ya a la necesidad de reflexión respecto de la conveniencia e incluso a la emergencia de unasuerte de sistema educativo mundial (Adick, I995) con algunas variantes de tipo nacional y mayor diversidad de alternativas de orden institucional al interior de cada nación.
Un buenpunto de partida para contribuir a la discusión de esa hipótesis consiste en reseñar cuáles son realmente esas tendencias de desarrollo económico, social y cultural que atraviesan el mundo yAmérica Latina para plantearen relación con ellas, cuáles son los desafíos a los que se enfrenta la educación secundaria y qué respuestas se están dando a los mismos. La comparación deesas respuestas permitirá, a su vez, avanzar en una reflexión colectiva respecto a si es o no posible sostener que -al menos en la región- se está progresando en tendencias que podríandesembocar en componentes de un sistema educativo transnacional de alcance regional o al menos subregional, e incluso en la configuración regional de partes de un sistema educativo mundial.