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En la década de los 60 ya docente de la Facultad de Odontología de la República, obtuve una beca para estudiar en Suecia y Dinamarca. Esta estadía me motivó aún más en mis anhelos de integrar ycoordinar en la clínica y en la docencia a las distintas disciplinas odontológicas, que hasta ese entonces en nuestro medio, marchaban demasiado aisladas unas de otras. Cada especialista veía y tratabalos problemas odontológicos de su paciente con una visión totalmente limitada a su especialidad y si el paciente en cuestión tenía otras patologías o no eran diagnosticadas o si lo eran no podían sertratadas a fondo y menos coordinadamente.

Se empezaba entonces en algunos casos a derivar a otro especialista pero no era fácil la coordinación a través del teléfono.
Paralelamente podía observarhasta en los deportes, sobre todo en el fútbol como el trabajo en equipo mejoraba el rendimiento del grupo, también en el estadio en los trabajos, en otras profesiones. Los hombres nos agrupamos nosasociamos para asegurar la vida, el bienestar, la seguridad. El esfuerzo individual llega a su máximo rendimiento cuando coordina sus esfuerzos con otros. También creemos que es importante para lograrmejores resultados trabajar por amor y no por necesidad. Si hacemos el trabajo que nos gusta y satisface lo haremos mejor. Hoy hay siete u ocho especialidades bien definidas en odontología ygeneralmente a unos nos atrae más una que otras pero el paciente necesita que sepamos de todas y tecnológicamente profundizar en todas ellas cada día es más utópico que un solo profesional sea el mejor en todas.Lo que pasó en medicina hace 7 u 8 décadas estaba sucediendo en ese entonces en odontología , era cada vez más necesario aunar esfuerzo y coordinarlos.

Fue así que fue surgiendo en nuestra mentecada día con mayor fuerza la idea de formar el primer grupo interdisciplinario de odontólogos de nuestro medio para formar un equipo de trabajo y de estudio donde discutir, cambiar ideas, programar...