Isando

La necesidad primaria de México radica en el ímpetu de quienes en sí se desarrollan, ése que se ha visto avasallado por la cotidianidad, por la falta de oportunidades y por el establecimiento de unasociedad aletargada que se olvida de su naturaleza inconforme y que se va convirtiendo en simple receptora de las migajas que han caído de la mesa.

La necesidad de vislumbrar a una juventudsocialmente responsable, ha recaído en muchas ocasiones en la juventud misma. Esa juventud que no está exenta de pertenecer a las estadísticas de marginación; esa juventud en la que poco se invierte y de laque mucho se demanda; la misma juventud que lucha aún sabiendo que nacer en la pobreza en México significa, en la mayoría de los casos, morir en ella; la juventud que ha agotado sus fuerzas trabajandosin obtener más que centavos por encima del salario mínimo.

Nuestro país ha forjado un porvenir en el que para muchos da igual trabajar o no, integrarse o no, elegir o aceptar lo que otros elijan,y es precisamente en ese sentido en el que como jóvenes tenemos el ineludible cometido de la participación por encima del conformismo, de la decisión por encima del orden y de la palabra muy porencima del silencio.

La contribución a las decisiones nacionales debería basarse en el México al que aspiramos no como una utopía sino como la realidad democrática que podemos construir con nuestrovoto. La seguridad de que nuestra decisión al asistir a las urnas vale y es respetada será el impulso que hará que la juventud, con su ideología innovadora, pueda formar parte de la vida política demanera activa incluso ocupando puestos de elección popular.

La política nacional, plagada de antiguos vicios, ha convencido a la juventud de que practicarla es un negocio y un juego en el que convienealiarse con el que más puede dar en temporada electoral; olvidando que el poder no es para levantar fortunas sobre el dolor y la miseria de la gente, ni para especular con su hambre, ni para...