IVU 2013


EL HOMBRE MODERNO
Alfredo Sáenz



INTRODUCCIÓN:

El hombre “moderno”: siempre ha sido moderno, siempre es de su época.
El declive ha pasado por las tendencias generadas por el Renacimiento, la mal llamada Reforma, El Iluminismo, la Revolución Francesa, la Revolución Comunista y el llamado nuevo orden mundial.
Hay que analizar el contenido doctrinal de estas etapas de la revoluciónanticristiana. Autores cristianos y no cristianos coinciden en un cambio copernicano (ver Revolución de Copérnico, Wikipedia).
José Miguel Ibáñez: los griegos y el cristianismo concebían el cosmos de manera jerárquica donde el hombre era el centro. Ejemplo: La Divina Comedia. Visión metafísica y teológica o trascendente.
De esto el hombre pasó a ser una partícula insignificante.
De allí lareacción del hombre de querer ser protagonista, de reconquistar la primacía con nuevos presupuestos: antropocentrismo moderno, el humanismo renacentista y la Ilustración. El hombre centro al margen de Dios.
Surgimiento de una especie de nueva religión basada en la razón y en el progreso científico. Una razón ordenadora y hasta creadora.
En el siglo XVIII surgen los filósofos en Francia que seautodenominaron iluministas, pues venían a iluminar la oscuridad de la tradición.
La revolución soviética tiene la misma dinámica pero con otros ideales igualmente ilustrados.
El ideal prometeico, la tentación de seréis como dioses “conocedores del bien y del mal”, instaurar un mundo a la medida de este hombre.
¿El cristianismo? Quedan cristianos pero ya no Cristiandad. Dawson, estamos en una erapostrcistiana distanciada enormemente del cristianismo y doblemente del paganismo.
El hombre cualquiera está influido por todo este proceso. Un hombre saturado de promesas y de grandiosas expectativas que, al mostrarse vanas, lo dejan sumido en una desorientación poco menos que existencial. El fracaso de las ideologías cambio la esperanza en nihilismo.
Esta crisis no es comparable ni siquiera con lacaída del Imperio Romano, aquella podredumbre estaba llena de gérmenes y ahora estamos en un desierto de esterilidad. El hombre light, el hombre con el rostro con pena.

I. LA FALTA DE INTERIORIDAD

Insuficiencia de vida interior con un marcado subjetivismo.
Interioridad: aquel fondo recóndito del alma, al corazón, algo referido a la admiración, al amor, a la adoración, a la emociónartística o el asombro metafísico.
Sciacca: El hombre de hoy vive más externamente que internamente. Dominado por el activismo ha perdido el recogimiento, la concentración. Le son extrañas la meditación y el silencio.
Nos perdemos y dispersamos a nosotros mismos en el mundo. Merton. El hombre ha perdido la capacidad de estar a solas consigo mismo.
Este estilo de vida se expresa la llamada diversión(derramarse hacia afuera). Nuestra cultura es una cultura de la evasión.
El hombre prometeico prefiere la acción transitiva a la inmanente; está siempre enfocado a hacer, fabricar, crear.
Marcel de Corte: El hombre actual tiene una clara tendencia a identificar su ser con sus funciones. Esto trae una desmesurada actividad exterior y una lamentable pérdida de energía interior, de volver a sí mismo.Se percibe como un conglomerado de funciones como si no tuviera una naturaleza, un fundamento, una profundidad, un arraigo en Dios y en los demás.
A esta funcionalización se une el vertiginoso ritmo de vida que le dificulta acoger el mundo en su interior. La contemplación reposada, serena y acogedora que hace posible la comunión con el entorno ha quedado exiliada por lo que Ortega llamó “el cultoa la pura velocidad” (Ortega).
Vemos, oímos, leemos con excesiva celeridad. La vida entera va tomando el carácter de trámite y expediente, lo que contribuya a la desinteriorización.
Predomina el culto a la cantidad, a extensión, la novedad. Lersch: el hombre moderno vive cuantitativamente y no cualitativamente. En el culto de la cantidad, el hombre se extravierte y derrama sobre la...