Jacques Lacan Consideraciones Sobre L Hellip
Bruselas, 26 de febrero de 1977
JACQUES LACAN
Texto establecido por Jacques-Alain Miller
Publicado en la revista Quarto, nº 90
Introducción
¿Qué fue de las histéricas de antaño, de aquellas maravillosas mujeres, las Anna O, las Emmy
von N?
No sólo jugaron un cierto papel sino un papel social cierto (*). Fueron ellas quienes permitieron el
nacimiento delpsicoanálisis cuando Freud se dispuso a escucharlas. Al escucharlas, Freud
inauguró una modalidad completamente nueva de la relación humana. ¿Qué sustituye
actualmente a los síntomas histéricos de otro tiempo? ¿No se ha desplazado la histeria en el
campo social? ¿No la habrá reemplazado la chifladura psicoanalítica?
Nos parece cierto ahora que a Freud le afectaba lo que le contaban las histéricas. Elinconsciente
se origina en el hecho de que la histérica no sabe lo que dice cuando, de hecho, algo dice con las
palabras que le faltan. El inconsciente es un sedimento de lenguaje.
En el extremo opuesto de nuestra práctica está lo real. Se trata de una idea límite, la idea de lo
que no tiene sentido. En nuestra práctica operamos con el sentido, es decir con la interpretación.
En tanto objeto de laciencia -y no del conocimiento que es más que criticable-, lo real es ese
punto de fuga. Lo real es el objeto de la ciencia.
Considerada desde ese punto de fuga al menos, nuestra práctica es una estafa: embaucar,
asombrar a la gente, deslumbrarla con palabras. Esas palabras son un camelo, lo que
habitualmente llamamos un camelo. Es lo que Joyce designaba con esas palabras más o menos
infladas dedonde nos viene todo el mal. Lo que digo aquí está en el centro del problema de lo
que aportamos al tejido social. Es por lo que sugerí que había algo que estaba sustituyendo a esa
sopladura que es el síntoma histérico.
Un síntoma histérico es algo muy curioso. Se soluciona a partir del momento en que la persona,
que verdaderamente no sabe lo que dice, comienza a balbucear. ¿Y el histérico macho? Niuno
se encuentra que no sea una hembra.
Freud convirtió a ese inconsciente, del que no comprendía estrictamente nada, en
representaciones inconscientes. ¿Qué podrían ser las representaciones inconscientes? En
su Unbewusste Vorstellungen hay una contradicción en los términos. Intenté explicarlo,
promoverlo, para instituirlo en el plano de lo simbólico. Lo simbólico consiste en palabras, nada
quever con representaciones. Y en última instancia sí, se puede concebir que las palabras sean
inconscientes. No son más que palabras lo que se cuenta, y a montones. En conjunto, hablan sin
saber absolutamente nada de lo que dicen. Por lo que el inconsciente no tiene cuerpo más que de
palabras.
Me incomoda atribuirme un papel en esta ocasión pero, me atrevo decirlo, fui piedra de escándalo
en el campode Freud. No estoy tan orgulloso. Incluso diré más, no estoy orgulloso de haber sido
aspirado por una práctica que he continuado como he podido y que, después de todo, nada
asegura que la sostenga hasta reventar. Pero está claro que soy el único en haber dado su peso
a eso hacia lo que Freud se vio aspirado por la noción de inconsciente.
Todo esto trae algunas consecuencias consigo. Que elpsicoanálisis no sea una ciencia, cae por
su propio peso. Incluso es exactamente lo contrario. Cae por su propio peso si pensamos que una
ciencia sólo se desarrolla con pequeños artilugios que son artilugios reales, y que además es
preciso saber construirlos. Por eso, sin duda, hay todo un lado artístico en la ciencia. Es fruto de
la industria humana: es preciso saber-hacer-con. Pero ese saber-hacer-condesemboca en el
plano del camelo. Un camelo es a lo que normalmente llamamos lo bello.
Se dice: ¡qué bella demostración!
Elucubro una geometría, a la que llamo de sacos y cuerdas, geometría de la trama, que nada
tiene que ver con la geometría griega, hecha de abstracciones. Lo que intento articular es una
geometría que resista.
Podría estar al alcance de lo que llamaría todas las mujeres si...
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