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Páginas: 3 (739 palabras)
Publicado: 20 de enero de 2014
LA DIGNIDAD DE LA PERSONA
DANIEL MARTÍN
(La Estrella Digital. ES. 10 octubre 2008 Numero 3.689 Año X).
Siempre inmerso en mi molicie contemplativa, y esperando desesperanzado que alguna vez leden el Nobel a alguno de mis escritores favoritos, estos días he disfrutado con la lectura de Meditaciones de Hispano-América, del catedrático descatedratizado Agapito Maestre. En este libro elmaestro de filósofos habla a menudo de los resentidos que dominan el panorama cultural español y occidental. Vivimos los tiempos de lo "culturalmente correcto", una tiranía que incide en defender ladignidad de la persona y lo único que pretende es limitar el más esencial de sus atributos: la libertad.
Por ejemplo, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, acaba de prohibir la circulación dehombres-anuncio por "su" ciudad. Hasta ahora, si uno caminaba por las calles de los aledaños de la Puerta del Sol era normal ver a algún individuo portando un cartel amarillo con el anuncio de un localespecializado en comprar oro, actividad que, por cierto, ahora vuelve a estar de moda. Esos hombres con cartel eran una más de las muchas ilustraciones del Madrid más puro y, lejos de convertirles en"indignos", dicha actividad les daba un sueldo y un modo de vida.
Sin embargo, por alguna extraña razón, Gallardón y su cercana Ana Botella consideran indigno ganarse el pan haciendo publicidad envivo, incluso repartiendo octavillas publicitarias. Estas actividades, según su criterio, son peores que los muchos anuncios televisivos que ignoran que los espectadores no son estúpidos. Esta medidadel alcalde de Madrid sería cómica si no fuese una prohibición, otra limitación a la libertad.
Otro asunto que suele provocar referencias a la dignidad de las personas son los concursos de belleza.Las muy resentidas asociaciones feministas dicen que una mujer que expone su cuerpo para ser evaluado no es mujer y se denigra por participar. Las concursantes, aspirantes a modelos, critican esta...
DANIEL MARTÍN
(La Estrella Digital. ES. 10 octubre 2008 Numero 3.689 Año X).
Siempre inmerso en mi molicie contemplativa, y esperando desesperanzado que alguna vez leden el Nobel a alguno de mis escritores favoritos, estos días he disfrutado con la lectura de Meditaciones de Hispano-América, del catedrático descatedratizado Agapito Maestre. En este libro elmaestro de filósofos habla a menudo de los resentidos que dominan el panorama cultural español y occidental. Vivimos los tiempos de lo "culturalmente correcto", una tiranía que incide en defender ladignidad de la persona y lo único que pretende es limitar el más esencial de sus atributos: la libertad.
Por ejemplo, el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, acaba de prohibir la circulación dehombres-anuncio por "su" ciudad. Hasta ahora, si uno caminaba por las calles de los aledaños de la Puerta del Sol era normal ver a algún individuo portando un cartel amarillo con el anuncio de un localespecializado en comprar oro, actividad que, por cierto, ahora vuelve a estar de moda. Esos hombres con cartel eran una más de las muchas ilustraciones del Madrid más puro y, lejos de convertirles en"indignos", dicha actividad les daba un sueldo y un modo de vida.
Sin embargo, por alguna extraña razón, Gallardón y su cercana Ana Botella consideran indigno ganarse el pan haciendo publicidad envivo, incluso repartiendo octavillas publicitarias. Estas actividades, según su criterio, son peores que los muchos anuncios televisivos que ignoran que los espectadores no son estúpidos. Esta medidadel alcalde de Madrid sería cómica si no fuese una prohibición, otra limitación a la libertad.
Otro asunto que suele provocar referencias a la dignidad de las personas son los concursos de belleza.Las muy resentidas asociaciones feministas dicen que una mujer que expone su cuerpo para ser evaluado no es mujer y se denigra por participar. Las concursantes, aspirantes a modelos, critican esta...
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