Jaime Sabines
Acabo de desenterrar a mi madre,
muerta hace tiempo.
Y lo que desenterré fue una caja de rosas: frescas, fragantes,
como si hubiesen estado en un invernadero.
¡Qué raro es todoesto!.
Es muy raro también que yo tuviese una madre.
A veces pienso que la soñé demasiado,
la soñé tanto que la hice.
Casi todas las madres
son criaturas de nuestros sueños.
En la fotografíaconserva
para siempre el mismo rostro.
Las fotografías son injustas, terriblemente limitadas,
esclavas de un instante perpetuamente quieto.
Una foto es como una estatua: copia del engaño,consuelo del tiempo.
Cada vez que veo la fotografía me digo: no es ella.
Ella es mucho más.
Así, todas las cosas me la recuerdan para decirme
que ella es muchas cosas más.
Creo que estuvo en latierra algunos años.
Creo yo también que estuve en la tierra.
¿Cuál es esa frontera?, ¿qué es eso que ahora nos separa?
,¿nos separa realmente?
A veces creo escucharla:
tú eres el fantasma, túla sombra.
Sueña que vives, hijo,
porque es hermoso el sueño de la vida.
En un principio, con el rencor de su agonía,
no podía dormir.
Tercas, dolorosas imágenes
repetían su muerte noche anoche.
Eran mis ojos sucios,
lastimados de verla;
el tiempo del sobresalto
y de la angustia.
¡Qué infinitas caídas agarrado a la almohada,
la oscuridad girando, la boca sea, elespanto!.
Pero una vez, amaneciendo, la luz indecisa en las ventanas,
pasó su mano sobre mi rostro, cerró mis ojos.
¡Qué confortablemente ciego estoy de ella!,
¡qué bien me alcanza su ternura!
¡Quégrande ha de ser su amor
que me da su olvido!
Si tú me lo permites, doña Luz, te llevo a mi espalda,
te paseo en hombros para volver a ver el mundo.
Quiero seguir dándote el beso en la frente,en la mañana y en la noche y al mediodía.
No quiero verte agonizar,
sino reír o enojarte o estar leyendo seriamente.
Quiero que te apasiones de nuevo por la justicia,
que hables mal de...
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