JAIME SABINES

Páginas: 9 (2229 palabras) Publicado: 23 de marzo de 2015
JAIME SABINES
    En el año de 1961, en mayo, después de un viaje a Chiapas, el Viejo empezó a esputar sangre. Lo llevamos al hospital y se le descubrió en un pulmón un tumor canceroso del tamaño de una
bola de billar. El 15 de junio le hicieron una operación de caballo. Escribí el poema a medida que descubrimos que mi padre estaba enfermo, que se vio que tenía un cáncer pulmonar, que
fueoperado e internado en un hospital, que le dieron radiaciones. Creíamos que se había salvado. Lo llevamos a Acapulco pensando que estaba sano pero en una alberca descubrimos que tenía ganglios subclaviculares y ya lo trajimos a México para morirse. A medida que existía la amenaza tremenda de la muerte, contra la que no se puede hacer nada, fue empezándose a hacer el poema. En los primeros versos sehabla del pasillo del sanatorio silencioso donde hay una enfermera vestida de ángel, y va siguiendo el proceso de la enfermedad hasta el momento de su muerte. Entonces empiezan las letanías, todo aquello que era angustia y tortura mental, impotencia ante la muerte. Todo fue siguiendo una secuencia lógica. El Viejo murió el 30 de octubre y lo enterramos el 31. Viene luego una especie de letanía que fueinspirada por unos obreros de la fábrica que teníamos los tres hermanos Sabines y que en la noche del velorio, en la funeraria
Gayosso, se pusieron a rezar, a rezar en voz alta. Eso me impresionó mucho y fue cuando a los pocos días yo escribí eso de: "No podrás morir, no podrás morir, no podrás morir..."
       
        La muerte ha sido una presencia constante en mi poesía. Ya lo digo en unpoema: "¿Quién me untó la muerte en la planta de los pies el día de mi nacimiento?" Y es que mi vida ha estado
marcada por la muerte. Pero desde la muerte de mi hijo Jaime a los veintidós años no he querido hablar más. Dejémosla allí, no hablemos de ella, que se olvide de mí por mucho tiempo.


Primera parte

1. Déjame reposar,
aflojar los músculos del corazón
y poner a dormitar el alma
para poderhablar,
para poder recordar estos días,
los más largos del tiempo.

Convalecemos de la angustia apenas
y estamos débiles, asustadizos,
despertando dos o tres veces de nuestro escaso sueño
para verte en la noche y saber que respiras.
Necesitamos despertar para estar más despiertos
en esta pesadilla llena de gentes y de ruidos.

Tú eres el tronco invulnerable y nosotros las ramas,
por eso es que estehachazo nos sacude.
Nunca frente a tu muerte nos paramos
a pensar en la muerte,
ni te hemos visto nunca sino como la fuerza y la alegría.
No lo sabemos bien, pero de pronto llega
un incesante aviso,
una escapada espada de la boca de Dios
que cae y cae y cae lentamente.
y he aquí que temblamos de miedo,
que nos ahoga el llanto contenido,
que nos aprieta la garganta el miedo.
Nos echamos a andar y noparamos
de andar jamás, después de medianoche,
en ese pasillo del sanatorio silencioso
donde hay una enfermera despierta de ángel.
Esperar que murieras era morir despacio,
estar goteando del tubo de la muerte,
morir poco, a pedazos.

No ha habido hora más larga que cuando no dormías,
ni túnel más espeso de horror y de miseria
que el que llenaban tus lamentos,
tu pobre cuerpo herido.

2. Del mar,también del mar,
de la tela del mar que nos envuelve,
de los golpes del mar y de su boca,
de su vagina oscura,
de su vómito,
de su pureza tétrica y profunda,
vienen la muerte, Dios, el aguacero
golpeando las persianas,
la noche, el viento.

De la tierra también,
de las raíces agudas de las casas,
del pie desnudo y sangrante de los árboles,
de algunas rocas viejas que no pueden moverse,
delamentables charcos, ataúdes del agua,
de troncos derribados en que ahora duerme el rayo,
y de la yerba, que es la sombra de las ramas del cielo,
viene Dios, el manco de cien manos,
ciego de tantos ojos,
dulcísimo, impotente.
(Omniausente, lleno de amor,
el viejo sordo, sin hijos,
derrama su corazón en la copa de su vientre.)

De los huesos también,
de la sal más entera de la sangre,
del ácido más...
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