jaja
Por Irene Friedenthal
La historia literaria cuenta que cuando Kafka terminó de leer a sus amigos La Metamorfosis, ellos fueron presa de un ataque de risa.
Nunca sabremos cómo adjetivar en cada uno de ellos las carcajadas que respondieron a este cuento inquietante. Quizás encontrarlo digno de arrancar la risa sea un modo de arreglárselascon el horror implacable que trasmite a cada paso, la repugnancia que suscita, el asco, el rechazo. Obliga a preguntarse cómo es que la lectura de semejante tema, con sus personajes, sus peripecias, logra ser fascinante, cómo consigue deparar alguna otra respuesta que la de intentar olvidar este texto perturbador.
En el inicio, un narrador anónimo cuenta que al despertar Gregorio Samsa unamañana tras un sueño intranquilo, encontróse en su cama convertido en un monstruoso insecto. Una aclaración sobre el pasaje del alemán al castellano. Borges traduce monstruoso insecto; otros insecto enorme o bicho enorme. Quiero subrayar que monstruoso sólo corresponde al tamaño desmesurado del insecto, sugerido como aproximándose a la talla de un hombre. El insecto no es monstruoso para GregorioSamsa, quien se sorprende por su transformación, pero ella no lo horroriza. Sí, en cambio, va a ser monstruoso para las personas de su entorno, que se espantarán de él.
Invito a tomar el relato que sigue a este célebre comienzo, como las asociaciones que dan cuenta de la metamorfosis inaudita que aconteció entre el momento en que el hombre Gregorio Samsa se acostó en su cama, y su despertar en esamisma cama transformado en enorme insecto. El sueño agitado, del que sólo tendremos la noticia de que fue un sueño agitado, habrá sido entonces la bisagra que operó la transformación de un hombre en un insecto desmesurado.
Propongo que la figura retórica que organiza el texto es la del quiasma, figura de oposición que puede resumirse así : Gregorio Samsa vivía como un insecto cuando era un serhumano; Gregorio Samsa se humaniza cuando se transforma en insecto. En el punto de juntura de este quiasma, de este entrecruzamiento, Gregorio Samsa nombra a la vez el cuerpo irreconocible de un animal de otra especie, y la identidad humana anterior al despertar. El nombre propio identifica la continuidad entre el hombre que se comunicaba a través del lenguaje, y ese cuerpo de insecto, cuyolenguaje lo comunica con nosotros, lectores, a través del narrador que cuenta la historia, mezclando su voz con la del protagonista.
En su condición humana Gregorio Samsa ha vivido en un cautiverio voluntario, calculando que podía postergar decisiones sobre su vida hasta terminar de pagar la deuda que el padre había contraído. Cultivó la ilusión de que su deseo admitía ser retrasado hasta el momentoque fuera más ventajoso para el bienestar de sus familiares.
El quiasma da cuenta de que bajo el mismo nombre de Gregorio Samsa se entrelacen en el texto dos modos de enunciación. Uno corresponde al de la identidad humana y está marcado por una extensa gama de renuncias, mortificaciones y modos del sufrimiento: el miedo a lo que piensen de él, a ser sospechado de holgazanería; la enunciaciónsuplicante, el autorreproche, el remordimiento, la tristeza.
Un segundo modo de enunciación corresponde a la irrupción del deseo, que interrumpe su devoción a los otros con el recurso fantástico de metamorfosearse en insecto, encerrado ahora en un cautiverio de límites espaciales más estrechos que el anterior. La geografía de sus desplazamientos lo reduce a su cuarto pequeño, a tres incursionesen la sala, y finalmente, al cuarto donde van a ir a parar los desechos que ya no tienen utilidad en el departamento familiar, desechos de los que él formará parte hasta su muerte.
Transformado en insecto, surge en él un erotismo nuevo, al que se entrega con entusiasmo.
Esta propuesta de lectura considera que el despertar del insecto es el despertar de la pesadilla en la que el hombre...
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