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PSICOANALISIS DE LA DEPRESION. Clase Htal. Penna Junio 08

1) Introducción a un problema llamado depresión
Debemos distinguir inicialmente lo que prefiero llamar “El affaire depresión”, de las consideraciones clínicas y aún terapéuticas que los psicoanalistas podamos hacer acerca de los llamados “estados depresivos” (1). Esta distinción resulta necesaria a partir de la constatación de dosincongruencias que motivaron, entre otras cosas, que me ocupe de este tema para la ocasión de un encuentro en un marco tan…hospitalario.
Primera incongruencia: el marcado contraste entre la difusión científica y en medios masivos de comunicación de lo que llega a vaticinarse como “el mal del siglo”, la depresión que está por todas partes, y la poca relevancia que esta cuestión ha tenido, ya en lahistoria del psicoanálisis, ya en la práctica actual, en las supervisiones, en las discusiones clínicas con los colegas. De otra manera: no parece que sea la clínica de las depresiones lo que les quita el sueño a los psicoanalistas. Esto merece una explicación.
Segunda incongruencia: parte, entre otros datos que enseguida compartiré con ustedes, de esa escalofriante predicción de la OMS(Organización Mundial de la Salud) respecto a que hacia el 2020 la depresión será la segunda causa de discapacidad o invalidez por enfermedad, luego de las enfermedades cardiovasculares. ¿No debe sorprendernos el que semejante pronóstico se haga público y hasta aparezca como una evidencia constatable incluso por vastos sectores del discurso científico, a medio siglo de haberse iniciado una direcciónprogresiva, sea en el campo neuropsiquiátrico, sea en el psicoterapéutico, de poner remedio, entre otras problemáticas, precisamente a los trastornos depresivos, y que ha sido coronada por el éxito con los decisivos avances de los años ´80? Me explico: en el campo psiquiátrico, en su alianza con la neurobiología, no se ha cesado de concebir medicamentos cada vez más eficaces, psicofarmacológicamentehablando, para la depresión, entre los cuales la cenicienta de la fluoxetina a mediados de los ochenta sólo fue un punto de relevo, pues el progreso continúa, más allá de lo que se consideró “la píldora de la felicidad”. En el campo psicoterapéutico, por otra parte, por la disponibilidad, desde los ´60, de nuevas técnicas psicológicas más fáciles de implementar, más eficaces y de corta duración frenteal tradicional método psicoanalítico. Nuevamente: se trata de prácticas implementadas desde hace medio siglo pero consagradas desde los ´80 por la confluencia de las más antiguas terapias del comportamiento y las posteriores y reconocidas terapias cognitivas, dando lugar a las terapias cognitivo-comportamentales (TCC). Más aún, recordemos que su prestigio inicial se apoyó, precisamente, en lateoría cognitiva de la depresión propuesta por Aaron Beck, que mostraba el error del psicoanálisis en esta área, y su programa de trabajo terapéutico en pacientes depresivos.
Y bien; mi impresión, más allá de las coordenadas cambiantes de la época, es que ahora la Depresión (con mayúsculas) es uno de los nombres que toma un síntoma social que debe interpretarse, solucionarse (en el sentidofreudiano), ligado a los nuevos modos que toma en nuestra civilización el desamparo propio del ser parlante. Pero a diferencia de otros nombres, este impide la conversación, cuando no la acción crítica, la elucidación de las causas y la confrontación de estrategias, al venir anudado a sus supuestas vías de solución y a la promoción pseudocientífica de su consistencia.
Lo que llamo “El affaire Depresión”no es nuevo, ni en su orientación ni en sus formulaciones, pero sí en la escala de su incidencia, en su uso en estrategias de comunicación promovidas por ciertas fuerzas sociales, básicamente vinculadas a las políticas gubernamentales de salud, al amparo del discurso universitario y el de la Ciencia. Y es bajo esta forma que llega y llegará cada vez más a nuestra consulta como clínicos, y...