Jajaja

—¿Qué demonios?
Haven deja caer su magdalena, con el glaseado rosa, y las chispas rojas sobre la falda plateada.
Tenía los ojos muy maquillados observándome mientras yo echaba un vistazo alrededor de la
concurrida plaza y temblaba. Al instante lamentaba mi decisión de venir aquí, tan tonta como
para pensar que viajar a su lugar favorito con una magdalena en un agradable día del verano seríael mejor lugar para darle la noticia. Como si la magdalena de fresa podría de alguna manera
suavizar el mensaje. Pero ahora sólo estoy deseando haberme quedado en el coche.
—Baja la voz. Por favor —mi intento de sonar ligera, termino sonando como una vieja maestra de
escuela de mal humor en su lugar. Viendo como se inclina hacia adelante, para meter su largo
flequillo con líneas plateadasdetrás de su oreja, mientras entrecierra los ojos.
—¿Perdón? ¿Pero tú eres de verdad? Quiero decir, aquí es donde una bomba importante cae
sobre mí… y me refiero a grande, siento como sigue sonando en mis oídos y mi cabeza sigue
girando y tengo un tipo de necesidad de que lo repitas sólo para asegurarme de que realmente has
dicho lo que pienso y tu única preocupación ¿es que estoy hablandodemasiado alto? ¿Estás
bromeando?
Sacudo la cabeza y poso la mirada a su alrededor, cayendo de lleno, en el modo de control de
daños bajando la voz y diciendo: —Es sólo que nadie puede saberlo. Tiene que permanecer en
secreto. Es imperativo —insto, al darme cuenta que es demasiado tarde, que estoy hablando con
la persona que nunca ha sido capaz de mantener un secreto de nadie, mucho menos los suyos.Ella pone los ojos y se acomoda de nuevo en su asiento, murmurando en voz baja me tomo un
momento para estudiarla de cerca, consternada al ver que las señales ya están presentes: su piel
pálida es luminosa, clara, prácticamente sin poros, así, mientras que su castaño y ondulado pelo
rubio con el flequillo es tan brillante y sedoso como un anuncio de champú de gama alta. Incluso
sus dientesson más rectos, más blanco, y no puedo evitar preguntarme cómo sucedió esto tan
rápidamente, con sólo unos pocos sorbos del elixir, cuando tomó mucho más tiempo en mí.
Mis ojos siguen pasando sobre ella mientras tomo una respiración profunda y me sumerjo
dentro. Rompiendo mi habitual promesa de no espiar los pensamientos más íntimos de mi amiga,
mientras me esfuerzo para tener una mejor visión,una visión de su energía, las palabras que ella
no está compartiendo, segura de que si alguna vez se justificaba el espionaje, esa vez es ahora.
Pero en lugar de mi habitual vista de primera fila, estoy satisfecha con un muro como de roca
solida que me impide entrar. Incluso después de que casualmente deslizo la mano hacia adelante
y toco mi mano contra la de ella, fingiendo interés por elanillo de calavera de plata que lleva, no
sale nada.
Su futuro está oculto para mí.
—Es solo que esto es… —ella traga duro y mira a su alrededor, enfocándose en la fuente, y la
joven madre empujando un cochecito mientras gritaba en su teléfono celular, el grupo de chicas
que sale de una tienda de natación con los brazos cargados de bolsas, mirando cualquier cosa
excepto a mí.
—Sé que es muchopara aceptarlo… pero aún así —me encojo de hombros, sabiendo que tengo
que hacerlo mejor, pero no estoy muy segura de cómo hacerlo.
—¿Mucho para aceptarlo? ¿Es así como lo ves? —ella niega con la cabeza y golpea sus dedos
contra el reposabrazos de su silla verde de metal mientras su mirada barre lentamente sobre mí.
Suspiro, deseando haber manejado mejor esto, deseando poder hacer algo parahacer que se vaya,
pero es demasiado tarde para eso. No tengo más remedio que hacer frente a este lío que he hecho.
—Supongo que estás esperando que te muestre cómo lo veo —me encojo de hombros—. Loco. Lo
sé.
Ella toma una respiración profunda, con el rostro tan tranquilo, tan tranquilo, que es imposible
de leer, y estoy a punto de hablar, a punto de comenzar a pedirle perdón, cuando dice:...