jasinto
Apelando a la justificación de que los incas habían roto "la inviolable ley de todas las naciones del mundo: el respeto a los embajadores" el virrey declaró formalmente la guerra el 14 de abril de 1572.
La guerra final con España[editar]
La expedición de conquista fue encargada al encomendero y regidor Martín Hurtado de Arbieto, como maestre de campo fue designado JuanÁlvarez Maldonado y como alférez real y secretario Pedro Sarmiento de Gamboa. Las poderosas tropas a su mando estaban conformadas por varias piezas de artillería, 250 soldados españoles y 2500 nativos aliados, entre los cuales figuraban 1000 cañaris, enemigos mortales de la panaca de los incas rebeldes.2
Para la defensa de Vilcabamba, el inca Túpac Amaru contaba con aproximadamente 2000 soldadosde los cuales 600 o 700 eran guerreros anti (llamados chunchos por los incas del Cuzco), de quienes el fallecido Titu Cusi solía decir a los emisarios españoles, fingida o realmente, aun practicaban el canibalismo. Entre sus generales figuraban Hualpa Yupanqui, Parinango, Curi Paucar y Coya Topa.3
Para atacar el baluarte inca, Hurtado de Arbieto dividió a su ejército en dos grupos, el primerode ellos bajo su mando directo atacaría por Chuquichaca mientras que la segunda columna, al mando de Arias de Sotelo, lo haría por Curahuasi. Se libraron gran cantidad de escaramuzas, pero la única gran batalla de la campaña tuvo lugar en Choquelluca, a orillas del río Vilcabamba. Los incas atacaron primero con mucho espíritu a pesar de estar solo ligeramente armados, pero los españoles y susaliados indígenas lograron resistirlos; según Martín García Óñez de Loyola, los españoles llegaron a estar en un momento crítico a punto de ser arrollados por los guerreros incas, pero súbitamente estos abandonaron el combate tras ser arcabuceados y muertos sus generales Maras Inga y Parinango4 Un momento cumbre del combate se alcanzó con la pelea personal y a mano limpia entre el capitán inca Huallpay el español García de Loyola, cuando el comandante español se hallaba en una situación desesperada por haber recibido varios golpes directos y encontrarse en riesgo de ser desabarrancado, uno de sus leales disparó traidoramente sobre la espalda del inca, matándolo y provocando un clima de indignación que reavivó el combate. Los cronistas españoles lo narraron así:
Peleóse con gran porfía deuna parte y otra, y Martín García de Loyola se vio en un evidentísimo peligro de la muerte porque estando peleando salió un indio enemigo de tan gran disposición de cuerpo y fuerza, que parecía medio gigante y se abrazó con él por encima de los hombros que no le dejaba rebullirse, pero socorrió le un indio amigo, de los nuestros, llamado Currillo, que llegó con un alfanje y le tiró una cuchillada alos pies, que se los derribó, y segundando otra por los hombros lo abrió de suerte que cayó allí muerto, y así, mediante este indio, se libró de la muerte el capitán Martín García de Loyola, que cierto fue hazaña digna de poner en historia el ánimo y presteza con que Currillo quitó la vida al medio gigante de dos cuchilladas, y salvó a su capitán.
Crónica de Martín de Murúa5
Tras esta batalla...
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